Acompañada por la agrupación "Manfariel Gitano" (ángel gitano), Lorena Ayala, ofreció una verdadera fiesta flamenca, con zapateos y movimientos extraordinariamente plasmados en un escenario que se engalanó en tener un espectáculo de primer nivel.
Lorena Ayala, es una artista orureña que radica desde sus 17 años en España, donde se consagró como una de las mejores bailaora en renombrados tablaos de Madrid, Sevilla y Granada, donde siempre destacó su compromiso por la danza flamenca, danza que es su especialidad, después de tener a maestros como Angelita Vargas, Familia Farruco, Ursula López, Concha Jareño, Pastora Galván, Andrés Peña, entre otros.
El flamenco es una danza que posee diferentes orígenes el andaluz, el gitano, el árabe, judío y cristiano, e inclusive el africano de donde se desprenden los sensuales movimientos, cada uno aportó diferentes elementos a la danza para integrar un baile de mucha fuerza, elegancia y coquetería al mismo tiempo.
Con movimientos seductores, que fueron acompañados por un ritmo adecuado, Ayala se apoderó fácilmente del escenario, demostrando una técnica pulcra, con las puntas de los pies y los dedos de la mano, con una profesionalidad única, que emocionó a quienes estuvieron entre un selecto público, demostrando además la fuerza y la expresividad únicos de esta danza.
Esta danza se compone de tres elementos principales, el baile, el cante y las guitarras, por lo que no podía faltar ese complemento que estuvo presente gracias al entusiasmo de los integrantes de "Manfariel Gitano", quienes llegaron desde La Paz para acompañar a la bailaora orureña.
La performance que presentaron fue intercalando entre el cante y guitarras con interpretaciones de cante, guitarra y el baile de Lorena, en ambos casos mostrando toda la expresividad y el sentimiento que posee este género de música y danza. En la parte final del espectáculo hubo dos momentos que marcaron la diferencia, pues una de las piezas era muy melancólica y mientras los cantaores la interpretaban la expresión en el rostro de la bailaora era nítida y casi contaba la historia a través de ella. En cambio en la última pieza presentada hacía referencia a la alegría, Lorena logró marcar esa diferencia con el zapateo, los movimientos y la sonrisa, de la misma manera contando con su baile lo que los cantaores decían con su voz.
Para la experta en danza y directora de varios elencos de Bolivia, Blanca Linares, fue una muestra digna para un público de primer nivel, llevando los sentimientos hasta el punto de las lágrimas, demostrando la emoción que se sintió durante la velada artística.
Otra reconocida profesora de danza en Oruro, Eggy Gonzales, ovacionó el espectáculo brindado por Lorena Ayala, entregando un arreglo floral al culminar la actuación de la artista y agradeciendo a Dios por haber traído a tan maravillosa artista, que sin lugar a dudas caló profundo en los corazones de los espectadores.
Cuando parecía que todo había terminado se unieron bailaora y cantaores para ofrecer una muestra improvisada, pero no menos emocionante, de cante y baile que definitivamente arrancó ruidosos aplausos del público que asistió a la presentación.
Ayala actualmente dirige en Sevilla la Asociación Flamenco de Sur a Sur y su estudio de baile "Tu punto flamenco", pero constantemente está con sus proyectos educativos a través de talleres y cursos por diferentes países del mundo, sin dejar de lado a Bolivia, con la promesa de volver en unos meses, para brindar un nuevo espectáculo, en la tierra que la vio nacer.
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