Es por eso que un cuarto, una cocina..., un pasillo les sirven para montar obras de 15 minutos en el marco del proyecto Microteatro que arrancó hace algunas semanas y con el que pretenden atraer a la gente a los escenarios, en este caso, para ver un teatro muy diferente del convencional.
“Este proyecto busca ofrecer al público boliviano una nueva alternativa para ver teatro. La idea es mostrar una concepción diferente de las artes escénicas”, explicó Marcelo Sosa, director de El Búnker y uno de los impulsores de la iniciativa.
Las sesiones de Microteatro consisten en poner en escena obras cortas en lugares poco convencionales. Para ello, ocho actores y dos directores crearon cuatro piezas para presentarlas en el cuarto de ensayo, el depósito o en el pasillo de El Búnker.
Entre las piezas están La ventana y Cinco minutos antes, de Sosa, y Fantasmas y Negocios, de Antonio Peredo. Todas están protagonizadas por dos actores y narran desde historias de amor hasta hechos trágicos.
“Cinco minutos antes trata sobre los pensamientos de un hombre que va a una entrevista de trabajo”, contó Luis García-Tornel, uno de los actores.
En La ventana se muestra el dilema de un soldado que recibe la orden de matar; en Fantasmas se aborda una relación de pareja, mientras que en Negocios se narra la vida de un ladrón que sale de la cárcel.
“Una de las ventajas de crear estas obras es que sólo requieren textos cortos y se pueden montar de manera inmediata”, sostuvo Sosa.
Para García-Tornel otro de los beneficios es la posibilidad de experimentar la cercanía con el público. “Se crean nuevos códigos teatrales”, expresó.
Las sesiones de Microteatro se iniciaron en Madrid, España, en 2009, cuando un grupo de 50 artistas, entre directores y actores, presentó 13 obras en los cuartos de un antiguo prostíbulo.
En El Búnker hoy y mañana habrá funciones desde las 20:00. El espacio está en la avenida Uruguay 493. El ingreso a cada obra es de diez bolivianos.
Punto de vista
carlos corderoCrítico de teatro El proyecto de los microteatros tiene elementos positivos. Uno de ellos es la novedosa forma de hacer teatro y de llegar al público. El segundo es el hecho de crear obras de teatro breve en el país. Considero, además, que hay que destacar la iniciativa de usar espacios nuevos y alternativos a los tradicionales como las salas oficiales de teatro, donde el público está frente a un escenario. Una de las virtudes de estos espacios alternativos es que permiten involucrar al público en el espectáculo. Entonces, la gente está en medio de los actores y existe una gran fusión. Por ello, me parece que los microteatros son una propuesta creativa y renovadora para la escénica nacional.
Además, trata de conquistar un público nuevo e integrado por gente joven que se siente atraída por este tipo de propuestas, ya que los espectáculos tradicionales ya tienen un público especializado.
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