Juan Carlos y Emir Gott fueron los pioneros en el tallado de la bolivianita en La Paz a través de la creación de una empresa en la que se enfocaron no sólo en hacer joyas, sino en difundir su belleza como una muestra de identidad nacional.
Ambos tuvieron que recorrer un largo camino desde la tierra de su familia, en Tarija, para incursionar en el mundo de los minerales y llegar a esta gema que sólo existe en la mina Anahí, cerca de La Gaiba, en el departamento de Santa Cruz.
Emir Gott, industrial minero y gemólogo -ciencia dedicada al estudio de las piedras preciosas-, estableció la primera empresa de facetado o tallado de gemas llamada Gott en La Paz, en 1988, cuando esta práctica era inexistente.
En 1992, junto a su hermano Juan Carlos creó la empresa D’Gott, que junto a la primera se convirtió en una escuela para 200 talladores de La Paz y Oruro, que en la actualidad tienen emprendimientos en el área de la joyería. “Empezamos a trabajar haciendo el tallado y la transformación de las piedras en bruto. Capacitamos al personal para obtener joyas”, recuerda Emir Gott.
En aquellos años, sólo una persona trabajaba en el país con la bolivianita, Rodolfo Meyer, quien ha sido reconocido como el descubridor de esta gema.
Rompiendo mitos
“A la bolivianita no se la conocía, era una piedra que era rechazada en el mercado internacional ('). Los recursos de ella empezaron a llegar a la planta gracias a las personas y mineros que trabajaban en La Gaiba en 1988. Desde entonces supe que es una piedra que cautiva”, dice Gott.
La bolivianita o ametrino es una variedad del cuarzo compuesto por una fusión única de la amatista y el citrino. Por eso es bicolor, pues tiene el violeta de la amatista y el amarillo del citrino.
En el mercado internacional se creía que por esa característica era una piedra con un tratamiento térmico que cambiaba su color, es decir que era sintética. Además, se pensaba que su naturaleza bicolor era un defecto y no una virtud que la hacía única, una opinión, sin embargo, que cambió con los años.
Trabajo de hormiga
Desde 1992, D’ Gott enfocó sus esfuerzos en la difusión de la bolivianita en el país, con el apoyo de autoridades gubernamentales, en especial durante la presidencia de Jaime Paz Zamora, quien regalaba la bolivianita a autoridades diplomáticas y en visitas protocolares como un símbolo del país.
Pero fue fuera de las fronteras nacionales, mediante la participación en ferias artesanales y de todo tipo, donde se hizo un trabajo de hormiga para hacer conocida y apreciada esta gema. Esa tarea recayó en Juan Carlos Gott.
“Me fui a Europa a abrir mercados y llevé una cantidad de productos para regalar a las joyerías y empresas del rubro, para que conozcan la piedra (...). Hubo una temporada en Suiza en la cual vendía la bolivianita en ferias artesanales, ponía un aguayo y la gente se acercaba y quería comprarme el aguayo”, recuerda riendo Juan Carlos Gott.
Así recorrió España, Alemania e Italia vendiendo y hasta regalando la gema, pieza por pieza. En 1992, el trabajo de hormiga dio resultados y la empresa participó en la feria de Sevilla, donde la compañía tuvo éxito con varios pedidos de la bolivianita.
Un emblema bicolor
Para Emir Gott, lo que hace que la bolivianita sea tan única es precisamente sus dos colores, que permiten mostrar los que los expertos llaman una expectativa de luz totalmente diferente.
Su mirada se ilumina al hablar de la piedra semipreciosa que cambió su vida, la de su hermano y la de 200 trabajadores que han convertido el trabajo con la bolivianita en un oficio de familia que se ha transmitido a nuevas generaciones.
“Hay muy pocas piedras dicroicas en el mundo -es decir, bicolores- y la bolivianita es una de ellas. Es fantástico cómo ambos colores se entrelazan y en el corte, en el facetado, se puede jugar con la piedra, dándole una armonía particular, lo que hace que cada joya tenga una perspectiva visual totalmente diferente”, dice Emir Gott.
En 1998, D’Gott pasó a ser la galería de arte y joyería Art D’Gott, que funcionó hasta 2003.
Galardón al esfuerzo
Por todos esos esfuerzos, los hermanos Gott recibieron el Galardón Internacional a la Excelencia por la promoción de la bolivianita y su aporte al desarrollo económico del país, otorgado por el Gobierno en 2011.
Pero más allá de la gemología y de sus preceptos científicos, los Gott han sido capaces de descubrir y postular otros atributos de la bolivianita, como por ejemplo su energía.
Afirman que los talladores que trabajaron en sus empresas no fuman ni beben porque el violeta de la bolivianita está lleno de una energía que transforma y que está relacionada con la conciencia; pero también el amarillo o dorado puede estar vinculado al dinero o la prosperidad.
En fin, un mundo de experiencias que supera el concepto de que una roca no tiene vida, sino que es pura energía.
“Ha sido una gran satisfacción haber trabajado casi 20 años con la bolivianita. Hoy en día aún me emociono cuando veo una de estas gemas bien tallada. Ver el arte y dedicación de los artesanos que aprendieron con nosotros nos llena de orgullo”, dice Juan Carlos Gott.
200
talladores de piedras preciosas de La Paz y Oruro fueron formados en las empresas Gott.
no tienen referencias de donde queda la escuala o alguna forma de contactarla?
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