"Quiero que se identifique el espectador con lo que ve todos los días, desde niños hemos pasado por ahí todos los días, y no nos hemos detenido a ver cómo se forma esta estructura, trato de rescatar eso para que el espectador vea y diga: yo conozco esto".
En la pintura de Flores se observa una parte de la calle Bolívar desde la Soria Galvarro hacia la avenida 6 de Octubre, es una obra en acuarela, que cuando se observa de lejos, parece una fotografía tomada con una cámara, pero a medida que uno se va acercando al cuadro, se da cuenta que son machas hechas con pintura y agua.
"En realidad es una fotografía de la realidad, pero no es hecha con el auxilio de una cámara, lo que hace el artista es construir en base a una visión fotográfica, los colores, el ambiente, la luz, esto es imposible captar con una cámara incluso las más sofisticadas. Es un dicho general de los pintores que la fotografía no tiene color, cualquier fotografía que se vea no tiene color", remarcó el artista.
Explicó que los colores que las personas captan se dan a través de la vista que es estereoscópica, mientras que una cámara no, pues tiene un solo lente, siendo esa la diferencia entre una fotografía tomada con cámara y la pintada por una persona.
"La profundidad se pierde en la fotografía, en cambio nosotros rescatamos la profundidad. Además jugamos un poco con la mente de la persona que observa, porque aparentemente la pintura tiene muchos detalles, pero si se acercan son simples manchas, entonces jugamos con la mente del exportador", manifestó el pintor.
Informó que está preparando una exposición en La Paz, con el tema minero de Oruro pero que está incluyendo a Potosí y Colquiri, entonces mostrará el ambiente típico minero de las zonas altas, pues el observar las montañas "toca el fondo de mi alma", aseguró Flores, un pintor que es autodidacta y cuyas obras gustan mucho al público.
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