Lo llaman el "Ángel de los mil oficios" no sólo por su nombre, sino porque ninguna caída deportiva o dolor, causado por la enfermedad del síndrome de Guillain-Barré que padece ha impedido que este noble personaje cumpla sus sueños, se dedique a múltiples actividades e incentive a diario a la práctica del ciclismo.
Se trata de Ángel Piza Amaro, un paceño aficionado a la disciplina de los pedales, quien desde pequeño cultivó varias habilidades, aprovechando su facilidad de aprendizaje y logró desarrollar su talento trabajando desde muy niño para subsistir hasta obtener el bachillerato.
"Siempre fui muy curioso. Recuerdo que a los ocho años quería saber de todo. Hacía la prueba en cada actividad que podía… Aprendí carpintería, soy panadero, también plomero, pintor, cerrajero, albañil, sastre y ebanista. Desde muy chico aprendí a trabajar en mil oficios y no me conformo fácilmente ni encuentro tareas difíciles de realizar", relata entre orgulloso y melancólico.
Su historia está dividida entre el laburo esforzado y constante, el deporte competitivo y lidiar con el mal de Guillain-Barré que le cambió la vida.
Hoy, incentivado por el ciclismo e impulsado por su inagotable creatividad, construye una obra de dos rostros. "El lado derecho mostrará la cara y cuerpo de un ciclista de ruta, mientras que el izquierdo está dedicado a revelar las características de uno de montaña… Ambas son las modalidades que más se practican en el país", afirma.
La obra pesa aproximadamente dos toneladas y el autor la ha bautizado como "Monumento al ciclista", un gigante sobre ruedas producido a partir de materiales reciclados que emprendió hace más de dos años y está dedicada —según comenta— "a toda la gente que tiene una bicicleta en su casa".
La estructura o base interna de la estatua es de fierro de construcción que está revestida de materiales totalmente reciclados como cadenas de bicicletas, manubrios, aros, discos y otros. "Además, se trata del monumento más grande que tendrá Bolivia sobre algún deporte", asegura.
Medidas
La obra medirá 1,60 metros de ancho por 5,50 metros de alto, pero alcanzará una altura total de ocho metros contando con la base de la estructura en forma del número romano II.
Lo llamativo de la obra no sólo es el concepto y dimensiones que tiene, sino la historia que encierra al tratarse de un talentoso deportista afectado por un trastorno neurodegenerativo que ataca a su sistema inmunológico, haciendo que su cuerpo caiga en una lenta degeneración muscular y sea incapaz de sentir calor, dolor u otras sensaciones, además de la posibilidad de paralizar progresivamente a sus músculos y causarle problemas en la respiración.
"El médico me dijo que quedaría como una marioneta. Pero ya ve, sigo de pie, a veces con dificultades, pero en la lucha de seguir trabajando y venciendo mis retos", dice lleno de brío.
Y como para Ángel no existen barreras, se ha propuesto concluir el monumento antes de fin de año y se concentra en lograr que la Asociación de Ciclismo de El Alto, que preside actualmente en La Paz, "prospere con transparencia, incrementando el número de deportistas, de competencias y de nivel entre los integrantes que se ejercitan".
Actualmente tiene 46 años, cuida de sus papás y ya ha vendido su bicicleta para adquirir material y electrodos que le permitan seguir avanzando en su obra, que será donada a su ciudad y con la que espera contar con contactos que lo contraten para efectuar monumentos a pedido.
LA OBRA
• El monumento al ciclista surgió como una idea de Ángel al ver varias competencias internacionales de ciclismo vía televisión, CD e Internet.
"Algunas ciudades mostraban las carreras y enfocaban hermosas estatuas de deportistas. Ahí me pregunté por qué no contar con una así en Bolivia que sea una inspiración para las personas que practican ciclismo".
• Comenzó a trabajar en los dibujos del proyecto y los socializó a través de historietas hechas a mano que él mismo plasmó para convencer a los deportistas a ayudarlo a impulsar la obra.
• Luego de varios meses de trabajo, planteó un modelo a escala y creó el monumento para mostrarlo, causando varias controversias y discusiones. Finalmente se lanzó a crear la obra y está a pocos meses de terminarla.
2 toneladas pesará el "Monumento al ciclista" de Ángel Piza; 8 m de alto (5,50 m la pieza y 2,50 m el pedestal) además de un largo de 7 m.
50 mil $us es el costo aproximado de la obra si tuviera que venderse. Ángel la fabrica hace tres años y prevé concluirla pronto.
CAMPAÑA DE APOYO
Recolectan electrodos y partes de bicicletas para acabar la obra
Varios amigos que practican ciclismo en Bolivia apoyan el proyecto de Ángel, ayudándolo a recolectar repuestos o partes de bicicletas en desuso como cadenas y platos del eje central. También se requiere gasolina para limpiar la grasa impregnada en varias secciones del cuerpo de la imagen, para permitir las soldaduras y aleaciones entre los fierros. Y sobre todo electrodos para terminar la primera fase del monumento al que le faltan algunas uniones.
En la segunda fase, Ángel necesita masa para proteger e impermeabilizar metal, además de pintura anticorrosiva.
Zonas de acopio en Bolivia
Los sitios de acopio para la población que se anime a aportar con algún materiales, según informó la ciclista Mónica Gamarra que lidera la campaña "Dame Metro y Medio" a nivel nacional son:
En Cochabamba: "Pro Ride" que se encuentra en la avenida Aniceto Padilla #533 (entre plazuela de la Recoleta y Potosí); "Hiplus", que se encuentra en la avenida Juan de la Rosa entre Néstor Galindo y Félix del Granado Nro. 280 (edificio Los Robles) y en el edificio Los Tiempos (Plazuela Quintanilla - Planta Baja/Recepción).
En La Paz: "Race Store", ubicada en la avenida Costanera esquina calle Pablo Guillén.
En la ciudad de Santa Cruz: tienda "Sport Zone" en Casa Design Center local 37, en el Tercer Anillo interno y avenida Bush. También en "Hiplus" de la calle Enrique Finot 271. En Sucre en "Honda Hi Store" de la calle México 350 Av. Las Américas Nro. 498.
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