“El material que utilizo es hilo de cobre esmaltado, que no se rompe con la oxidación. Me gusta tejer con este metal, porque es un elemento con el que puedo expresarme, relajarme y ver cómo se crea una figura. El hacerlo es algo delicado porque el hilo es delgado y hay que evitar que se rompa de principio a fin”, asegura Cynthia.
La orfebre explica que en el tejido se debe aprender a manejar el metal, porque no es lo mismo que un hilo normal -cuando se rompe se puede comenzar donde se quedó-, sino que se tiene que empezar todo otra vez. Por esta razón es importante evitar que se enrede y, si sucede, hacerlo con sumo cuidado para no romperlo.
OBRAS
Dorfler tiene 9 trabajos terminados entre cuadros y esculturas que han sido expuestos en galerías de La Paz y ahora se exhiben en la Casa Azul, un café cultural que se inauguró hace poco. Además de otras obras en proyecto que participarán en diversos concursos para dar a conocer esta novedosa técnica en nuestra ciudad.
“Me gustó el tejido y me di cuenta que podía hacer cosas grandes y livianas que no implicarían tanto peso y empecé con los cuadros el 2016. El primer trabajo que realicé fue una flor, demore en concluirla entre 1 a 2 meses, porque lo hacía en mi tiempo libre. Ese trabajo fue incluido en el calendario de una empresa”, relata la creativa.
Cada obra guarda algo especial así como el cuadro tejido con una transparencia en la que deja ver el dorso de un maniquí y la parte de la espalda del mismo objeto le sirvió como soporte de alas tejidas pieza por pieza y que estuvieron pensadas en principio como un cuadro de dos caras, pero que ahora se exponen en forma separada.
“La escultura de las flores representa este nuevo florecimiento en la vida, esta nueva faceta. Con la transparencia del dorso la idea era mostrarse y las alas eran como una protección extra para tomar vuelo. En cambio otras comenzaron con el tejido de un pajarito que eligió como hogar a un árbol de raíces profundas”, asegura la orfebre.
Los nombres de sus cuadros son simples y fáciles de recodar, como La muñeca, Exponerse, Alas, El árbol, Las llaves A, B y C, porque cada uno de ellos fue delicadamente elaborado con paciencia y dedicación en un material que es muy utilizado como cable para transportar energía eléctrica.
LA ORFEBRE
Es argentina de 33 años, vivió bastante tiempo en Chile y hace 15 años en La Paz, realizó estudios universitarios en Ingeniería Comercial y en el Cite de Joyería y orfebrería, además de tejido en metal que fue lo más le llamó la atención y que le permitió más adelante crear cuadros tejidos en hilo de cobre.
“Al principio vi que tejer en metal era muy difícil, era pequeño, brillaba mucho y en algún momento pensé que estaba ciega, porque no podía hacer nada y lo deje por un tiempo. Después, viendo mis rollitos de hilo, agarré y me dije lo intentaré otra vez. Desde ahí comenzó a fluir todo, hice un nuevo punto y fui evolucionando. Mi primer trabajo me motivómer trabajo y quise hacer más cosas”, recuerda Cynthia.
Para la creativa, el tejido en metal tuvo su base en la joyería, que previamente realizó con hilos de plata y cobre en combinación con piedras naturales. En cambio en los cuadros ya eran piezas macizas, a partir del hilo se comenzaba a sacar nuevas formas y volúmenes, que es lo que la artista comenzó a desarrollar.
“Como artista se quiere ir siempre más allá. Si bien, las joyas te permiten realizar varios diseños, que puedes usar a diario, el hacer obras en formato grande te permite expresar lo que llevas por dentro y encontré en el cobre ese elemento que me permite hacerlo”, expresa la tejedora.
La artista aprendió en joyería las técnicas de repujado y filigrana, para posteriormente estudiar tejido en metal, que luego lo perfecciono en forma autodidacta. En esta etapa estuvo en exposiciones y ferias en Madrid (España) y Canadá. Pero el tejido fue lo que le permitió desarrollar su potencial.
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