La entrada para cada una de las funciones cuesta 25 bolivianos y 35 para la final, y los fondos que se recauden cubren los gastos de hospedaje, pasajes de ida y vuelta, y alimentación de los artistas que llegan del interior; otro monto se destina a premios económicos para los tres ganadores que resulten de este festival y, por si eso fuera poco, el dinero restante será destinado a la Fundación Arnold Schwimmer de Quillacollo que alberga a niños abandonados y con capacidades diferentes.
“Tenemos este objetivo de hacer estos festivales cada año con el bien social, hemos venido haciendo cosas para nuestra sociedad, para los que más lo necesitan”, dijo ayer “Pochito” a Los Tiempos sobre esta acción de humor y beneficencia, que en años anteriores donó recursos a instituciones como el pabellón de Niños Quemados del Hospital Viedma, el Centro de Rehabilitación para Ciegos Manuela E. Gandarillas, dos hogares de menores del Sedeges, y también a Fe y Alegría.
“Hoy tenemos la alegría de ayudar a Quillacollo con los niños con capacidades diferentes del Arnold Schwimmer”, dijo.
“No tenemos auspicio --contó ayer Pochito durante la conferencia de prensa en la que presentaron este festival--. Usted sabe que este gremio del arte escénico es muy vidrioso, entonces no tenemos alguien que nos apoye, nosotros por medio del festival sacamos todos los recursos para hacer todos los gastos de nuestras delegaciones, cubrimos todo”.
A la pregunta de si público de Cochabamba responde asistiendo a este festival, “Pochito” respondió que: “Ustedes saben que en Cochabamba las cosas tenemos que hacerlas realmente bien porque el público es muy especial, por eso vienen delegaciones del interior de Bolivia”.
Además de espectáculos de humor y tonys, el festival tiene números de baile, magia e ilusionismo. Las funciones de hoy, mañana y el viernes comienzan a las 18:00.
Además de premios económicos, los tres ganadores se llevarán trofeos, medallas y certificados otorgados por la Secretaría de Cultura, que también apoya esta iniciativa que, según prometió ayer “Pochito”, tendrá uno de los mejores jurados, transparente e idóneo, para elegir a los payasos ganadores de este séptimo festival.
Este año por primera vez se suma Quillacollo a este festival con tres jóvenes payasos: “Chanchullita”, “Bizcochito” y “Amorosito”.
“Nosotros somos de la delegación de Quillacollo y por primera vez estamos en el festival, estamos viniendo con buena vibra”, dice “Chanchullita”, que es payaso hace 15 años y también es dueño de una empresa de eventos.
“La verdad cuando yo agarro micrófono me convierto en otra persona, es como cuando nos ponemos nuestro traje de superhéroe y comenzamos a salvar a la gente y a luchar contra el mal humor”.
“Bombombun”
El año pasado, el ganador del festival fue el cochabambino “Bombombun”, quien lleva 15 años haciendo de payaso, ya que sus principales ingresos los obtiene de otra actividad.
“Incluso he trabajado en circo en Los Bochincheros. En el día trabajo de otra cosa, pero lo que yo amo es ser payaso y siempre ha sido mi vida. Voy a cumplir 25 años y desde mis 12 años que soy payaso”, contó ayer “Bombombun”.
“Todos invitados al Adela Zamudio, va a estar imperdible y con muchos juegos, magia y bailarines”, dijo por su lado “Amorocito”, otro de los payasos que es parte de la delegación de Quillacollo.
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