Es difícil creer que el bello portavinos de madera, la fuente trabajada con infinita delicadeza o el enorme botellón de vidrio con forma de zapallo, estén creados con material que estaba por ser desechado. Pero Gabriela Flores, la gerente general de Kirah Design, quiere dejar eso claro; “nosotros trabajamos con deshechos de madera certificada, no cortamos árboles, ni nada por el estilo, utilizamos ramas,
tocones, etc. En el caso del vidrio, los objetos se trabajan a partir de botellas que estaban en la basura; respecto de los textiles, utilizamos fibras de llama, oveja y alpaca con tintes naturales. El peltre es trabajado a mano sin nada de plomo y es absolutamente apto para portar alimentos en el caso de las fuentes, por ejemplo. Apostamos por lo natural, por lo reciclable.”
La tienda de Kirah, ubicada en pleno centro de Santa Cruz, ha sido diseñada para exponer con detalle toda la variedad de objetos que diseña y fabrica. El trabajo en bruto lo hacen tejedoras, torneadores y artesanos con los que Gabriela ha establecido una conexión importante: Kirah no es un proyecto más de apoyo social, es una oportunidad de hacer negocios constantes y sonantes y el resto llega por añadidura.
Para las pasadas fiestas de fin de año, por ejemplo, varios clientes corporativos escogieron los objetos de Kirah para obsequiar a sus clientes más importantes, y el reto de Gabriela y sus trabajadores fue poder producir cantidad con calidad. Hoy la joven gerente se declara absolutamente satisfecha de haber logrado sus objetivos.
“Ahora además de calidad ofrecemos volumen. No nos hemos quedado con el concepto de que la artesanía excelente debe ser hecha en escala pequeña.”
KIRAH Y TODO EL PAÍS
En la mente de Gabriela Flores, quien se formó en Relaciones Internacionales y trabajó como gerente general de una empresa de transporte marítimo antes de crear Kirah Design, la idea de resaltar la artesanía boliviana se inició cuando ella buscaba la manera de ayudar a su país pero sin dádivas; darle trabajo a la gente talentosa y necesitada ha sido la manera más efectiva de hacerlo.
“Nosotros no regalamos nada, no tenemos una visión paternalista, nosotros damos trabajo. El artesano nos entrega la pieza en un 70 por ciento terminada y en el taller de Kirah Design acabamos la pieza”, explica Gabriela.
Para cumplir los parámetros de calidad se ha capacitado ya a alrededor de 500 personas.
“Trabajamos con artesanos de la base de la pirámide, gente de bajos recursos y de mucho talento. Ya hemos exportado a Estados Unidos, Chile y Suiza”, cuenta Gabriela, quien tiene planes de ampliar sus horizontes a otros países para mostrar una artesanía boliviana fina y de alto nivel. “Tenemos material de primera y artesanos con mucho talento, pero falta diseño, falta quien guíe, quien controle la producción y defina estándares de calidad, que es lo que hago yo, que tengo que viajar constantemente dentro del país.”
UN MERCADO ESENCIAL
Creada en 2008, la empresa divide al país por el tipo de artesanía y cada comunidad tiene su propio emprendedor social.
“Todo lo que es madera lo hacemos en la Chiquitania y Santa Cruz, textiles en Sucre, Potosí y El Alto, el peltre que se trabaja en La Paz, la palma se trabaja en el Chaco guaraní y el vidrio reciclado en Cochabamba.”
Pero trabajar de esta manera tiene su costo, y aunque pueda pensarse que por usarse materiales en deshecho, naturales o reciclables el proceso se hace más barato, en realidad es todo lo contrario, “es un desafío porque nuestra materia prima es considerada basura, es lo que se deshecha: nosotros tenemos que transformar lo que la gente bota, en una obra de arte que la gente quiera comprar.”
Los diseños de los objetos de Kirah Design son hechos en su mayoría por diseñadores en el exterior, una vez con el diseño en las manos, Gabriela lo interpreta antes de empezar los prototipos.
En este proceso ella distingue cuáles son las limitaciones a nivel productivo; “un diseño puede ser espectacular pensado por la diseñadora, pero pueden haber limitaciones con el torno, por ejemplo, así que adaptamos el diseño original a lo que podemos lograr.”
Dentro de sus metas, además de seguir creciendo en la empresa, Gabriela quiere impulsar la formación de diseñadores bolivianos que tengan ganas de aprender, que sean jóvenes con mente abierta para fijarse en las nuevas tendencias.
“El mundo está buscando la esencia, lo original, lo que tiene nivel, y eso es lo que ofrecemos en Kirah Design.” (www.kirahdesign.com).
Gabriela Flores, empresaria social
“Yo soy empresaria, y me estoy dedicando a hacer todo esto con la finalidad de generar oportunidades de trabajo a muchos artesanos en Bolivia, y creo que el empresariado social es una tendencia que a nivel mundial está creciendo pero que en el país todavía no está muy explorado. Es muy importante mostrar que, como bolivianos, tenemos el deber de devolverle algo a la sociedad, y en mi caso esta ha sido la forma que he encontrado de hacerlo.”
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