Se trata del cochabambino Max Toranzos, de 47 años, una persona que, combinando esfuerzo y disciplina, realizó producciones fotográficas con diferentes propósitos y obtuvo el Premio Nacional de Periodismo en Fotografía.
Es una persona observadora y detallista, que no le gusta perder ningún momento de la vida que tenga significado para congelarlo con su cámara fotográfica. En una entrevista con Página Siete, cuenta que las primeras fotografías que capturó se referían a la flora y la fauna, a paisajes. Luego, a nivel profesional, trabajó en producciones teatrales, la cultura cruceña y el trabajo en periódicos. En El Deber se le presentó la oportunidad de viajar y descubrir su interés por el retrato documental, que rápidamente se convirtió en su área preferida.
"El retrato documental habla del otro, del personaje anónimo; es reconocer su existencia a través de la fotografía. Surge de la necesidad de contar una historia, principalmente de corte social. El retrato es a su vez un autorretrato, una interpretación de la realidad, en la que interviene todo lo que somos, lo que nos interesa, lo que nos mueve”, dice Toranzos, quien participó en varias muestras, concursos y exposiciones de beneficencia.
Dentro del terreno del retrato documental, su técnica favorita es lo artístico documental. Es así que cada vez que su dedo se posa sobre el disparador de su cámara es para registrar un momento único que no volverá a existir y que le permitirá explorar y trabajar a su manera las texturas, sombras, luces y componer una realidad percibida desde su óptica. Durante ese momento, de pocos segundos, los factores que considera son la exposición, composición e iluminación.
En las diferentes etapas de su vida profesional sus maestros, nacionales y extranjeros, lo orientaron durante sus primeros e incluso últimos trabajos. El primero que se presentó en su vida fue Cartier Bresson, quien le hizo tomar la decisión de dirigirse a la calle para hacer fotos; Tomas Munita y Holandés Rembrandt le hicieron reflexionar sobre la luz y cómo componerla.
En su vida, algo que no genera ningún tipo de duda es su influencia principal del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, de quien destaca su estética fotográfica limpia, sobria y con adjetivos visuales indispensables.
"He encontrado en ellos una fuente de inspiración y de reflexión interna. Para hacer fotografías uno tiene que empezar a escarbar desde lo más ptrofundo del ser, el arte de alguna manera toma relevancia en la vida de una persona que se dedica a la fotografía”, manifiesta y resalta que, también, su inspiración proviene de leer libros, ir al campo, observar fotografías y estar en contacto con su familia.
Con el conocimiento y experiencia necesaria, comenzó a producir sus primeros trabajos. Dentro de la variedad que realizó se encuentra una foto que le permitió obtener el Premio Nacional de Periodismo en Fotografía. La fotografío durante un conflicto entre mineros cooperativistas y asalariados en la localidad de Huanuni.
"Desde que llegué al lugar comencé a observar todo lo de mi alrededor, hasta que en un momento de forma espontánea y sin esperarlo capté la fotografía. Nunca pensé en los premios, sino en hacer un buen trabajo. La foto fue sobre las tiendas de los mineros en medio de todo lo que significaba el conflicto”, explica.
El 2012 realizó su producción fotográfica más significativo titulada Rostros en la Amazonia. Es una muestra basada en su travesía por el TIPNIS, que le permitió exponer a través de su cámara fotográfica la belleza natural de la zona y la de sus habitantes.
"La primera vez que ingresé a la comunidad de los Esse Ejjas la gente fue muy tímida. La siguiente vez llevé fotos impresas y pronto tenía a toda la comunidad pidiendo ser fotografiada”, recuerda.
Es así como su carrera profesional le dejó lecciones y satisfacciones enmarcadas en la pasión por la fotografía
Hoja de vida
Fecha de nacimiento Nació en la ciudad de Cochabamba el 19 de junio 1968.
Formación Estudió Ingeniería de Sistemas y realizó un diplomado de Fotografía en la Universidad Católica Boliviana.
Trayectoria Trabajó en El Deber, FAO, ONU, UNICEF, YPFB, entre otros.
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