“Nadie se presentó a esta segunda licitación. Ni una sola empresa”, reclamó el oficial mayor de Culturas del municipio, Uvaldo J. Romero Mamani, quien explicó que las autoridades definirán en el transcurso de los días siguientes si proceden a adjudicar las obras por invitación directa.
Sin embargo, Romero recalcó que “primero se analizarán las normas y procedimientos que corresponden al Sistema de Información sobre Licitaciones Nacionales e Internacionales (Sicoes) para tomar la opción más acertada en cuanto a las restauraciones pendientes” contempladas en un proyecto ambicioso.
Mientras tanto, la autoridad cultural debe lidiar -según comentó- con los reclamos constantes de los artistas que han visto interrumpidas sus actividades durante un año aproximadamente.
Instalaciones interiores listas
El escenario seguirá cerrado hasta nuevo aviso. Por otra parte, se constató que es difícil ingresar al teatro sin antes recibir los permisos correspondientes, tanto de la Oficialía Superior de Culturas dependiente de la Alcaldía, como de los arquitectos de Planificación, Cristhian Vargas, o el de Patrimonio Territorial, Gustavo Siles, supervisor del proyecto.
Los Tiempos visitó las instalaciones del recién remozado Teatro Achá junto a Siles, quien explicó a detalle cada uno de los trabajos de remodelación y restauración realizados.
El teatro está prácticamente listo. Luce un esplendor poco usual para un edificio del siglo XVI que fue remodelado en repetidas oportunidades, parchando sectores, mezclando materiales y estilos diversos. Los últimos arreglos realizados datan de 1989, en la gestión de Humberto Coronel Rivas, según una placa del Ibart y la Alcaldía colgada a la derecha del hall de ingreso.
Gustavo Siles -durante un recorrido de al menos dos horas- reveló que el proyecto completo de remodelación tiene dos fases: la primera está prácticamente concluida y se ejecutó con una inversión cercana a los dos millones de bolivianos, mientras que para la segunda etapa el presupuesto contemplado es mayor por la complejidad y bordea los siete millones.
El proyecto final, lo hecho y lo que falta implementar
“Se trata de un proyecto muy completo y ambicioso que pretende recuperar parte del edificio principal de la iglesia de San Agustín, edificada antes de la independencia de Bolivia”, dice el oficial mayor de Cultura, Uvaldo Romero. Además, explica que esta etapa contempla una nueva puerta de ingreso y salida hacia la avenida Heroínas; un circuito peatonal para acceder a los tejados y cúpulas del edificio (implementados para visitas turísticas), la instalación de una especie de museo interior, además de toda la fachada de la iglesia que luciría - según explicaron- el esplendor de las paredes completas y originales para contemplar la magnitud de la obra desde los cuatro puntos cardinales.
“Las paredes tenían un gerado muy alto de humedad”, explicó el arquitecto Siles. “Las tejas (musleras coloniales de arcilla) se estaban destrozando y tuvimos que retirarlas, enumerarlas y cepillarlas para colocarlas luego en su lugar y con una técnica poco usual para hoy”, dijo. Informó que emplearon muchos productos naturales (como cal deshidratada, hojas de penca, alcohol, y otros) antiguamente utilizados en las construcciones de adobe y piedra como las que sostienen el teatro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario