Leonardo Albarracín Carmona es licenciado en Diseño Gráfico, pero su pasión es por el arte y la danza. Está considerado entre los mejores bailarínes de Bolivia, sitio que se ganó gracias a su empeño y dedicación en aprender este arte desde 1993, junto a su padre, Walter Albarracín, en su academia Dance Studio Jazz de la calle Hamiraya, pero también fuera del país. Su madre, Judith Carmona, una cantante de gran trayectoria también fue su inspiración.
“Era lo más divertido que había hecho. Nunca he sido fanático del fútbol, así que esa pasión que todos describen y sienten, yo la encontré en la danza”, comenta.
Uno de sus sueños es salir del país y mostrar su arte, llevando el nombre de Bolivia en alto. También quiere ser el orgullo de su hijo y que pueda seguir sus pasos.
Una familia de artistas
Legado Leonardo es actualmente coréografo, profesor y bailarín. Es el mayor de cuatro hermanos y el único varón. Su familia está inmersa en el mundo del arte. Realizó más de una treintena de presentaciones en teatros y eventos nacionales. Obtuvo el título como mejor bailarín en 2005 y 2010.
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