De esa forma, Andrés Bedoya, Andrés Pereira, Iván Cáceres, Indra Coronado, José Ballivián y Libertad Antezana presentaron los trabajos en la exposición Chojcho Men. La muestra fue inaugurada el pasado 6 de noviembre y permanecerá abierta hasta el 27 de noviembre en la Alianza Francesa (F. Guachalla, 399).
"Lo chojcho es un estilo de vida, una figura compleja con preferencias estéticas que desafían el concepto del buen gusto”, explicó Ballivián, artista y también curador de la muestra. El creador agregó que el título de la exposición simboliza el choque y la unión de dos culturas: la boliviana y la norteamericana. Según Ballivián esos elementos lo ayudaron a definir el perfil del chojcho en una escultura.
Por su parte, Antezana propuso su mirada del chojcho en un montaje en el que se observa una pieza de aguayo adornada con las palabras Warmi, precisamente el título de su obra, y Americana.
Mientras que Coronado compartió con el público su visión del chojcho a través de un video-arte titulado Freddy’sin. En la exposición, la artista colocó un par de audífonos sobre una caja de madera. "Invité a un joven que era de Cartel Central a bailar tecno. Es una acción simple que muestra cómo consumía su estética, que para otros era chojcha, pero para él era lo máximo”, comentó.
A unos pasos, en una parte de la galería se escucha el retumbar de unas latas. Se trata de la video-instalación de Cáceres denominada Gabana 4 estrellas t’anta galan. En la propuesta se observa un tejido especial que representa a los cordones de los zapatos deportivos de la década de 1980.
"La idea era introducirme en la mente de un chojcho, por tal motivo, la obra es surrealista. Este personaje nace en El Alto, transforma sus ideas, las lleva a la ciudad y las vuelve como moda. El Alto es un satélite creador”, explicó.
En el otro extremo de la sala, una serie de prendas de vestir cautivan la atención de la gente. Se trata de la propuesta artística de Bedoya. "El 2013, se llevó a cabo una fiesta llamada Maricomio, para la que se produjeron las prendas de vestir. Recuperé las piezas que han perdurado, muchas eran casi desechables, porque la idea no era hacer nada fino, era hacer cualquier cosa y divertirnos. Me parece un error tratar de imitar la realidad, porque el arte no siempre supera la realidad”, aseguró Bedoya.
Finalmente, Andrés Pereira muestra su visión de lo chojcho con su obra Cecilio Bling, en la que expone, en un espacio pequeño, un billete de 10 bolivianos intervenido con bijouterie de plástico. Según el autor, la pieza busca llamar la atención sobre el personaje del billete, el artista boliviano Cecilio Guzmán de Rojas.
"Es el retrato de uno de los exponentes más importantes de nuestra historia del arte, específicamente un precursor del indigenismo. La bijouterie es un decorado evidenciando su presencia a través del brillo y disparando una conversación estética respecto al momento económico que vive el país”, contó el artista.
Para cerrar el recorrido de la muestra, Ballivián explicó que lo chojcho tiene mucha diversidad en la vestimenta, la música y la forma de hablar. "Pero tampoco lo santificamos, un chojcho también está relacionado con el alcohol. Rescatamos lo estético”.
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