Bajo el tema La Rebelión de los objetos. Enfoque cerámico, el encuentro reunirá a varios expertos artesanos cerámicos nacionales y extranjeros para debatir sobre ese arte.
El proceso. La muestra del proceso cerámico se aborda desde el tema de la materia prima: arcillas, instrumentos, costales, moledoras, cernidores y otros que pueden verse en una de las salas. Las técnicas de construcción de las piezas: moldeado, torneado y rollos (la más antigua); así como los tipos de horno para el cocido -a ras de tierra (desarrollado en el altiplano), de doble cámara (periodo prehispánico), hornos a gas y eléctrico, actuales-, son parte de la exposición.
En otra sala se ven las piezas terminadas, que según Freddy Taboada, jefe de Museología del Musef, grafican todas las tradiciones de Bolivia cronológicamente. Comienza con el periodo formativo, donde se destaca una vasija correspondiente a la cultura Chiripa (1.500 a.C.), continúa con Tiwanaku y luego con los desarrollos regionales, que incluyen a los señoríos aymaras (pequeños reinos): mollo, yampara y omereque.
La muestra recorre por cerámica perteneciente a los periodos Inka prehispánico e Inka colonial, y después de la colonia, con estructuras vidriadas, provenientes de España.
En una de las piezas sobresale el principio de Teresa Gisbert respecto a "la visión radiográfica", es decir, que los pueblos antiguos mostraban lo que está adentro de algo. "Un ejemplo portentoso de ese sistema de comunicación es la vasija de una llama preñada con la cría afuera", que según el experto, es el primer ejemplo encontrado en el país de ese código.
La parte contemporánea exhibe piezas recolectadas en el país.
La colección cerámica del Musef posee alrededor de 5.000 piezas. La selección de 250 representa un pequeño, pero valioso, porcentaje.
5 mil piezas son parte de la colecciçon cerámica del Musef; 250 de ellas se exhiben.
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