Ulises Murguía, voluntario de la Asociación, recordó que a principios de la década del ’90, con el apoyo de JBH (Alemania) se lanzó la iniciativa de plantar arbolitos de pino radiata en la entonces árida zona de Cajarmarca. Con tesón, lograron revitalizar la región donde ahora florece un próspero bosque de pino que abarca al menos 80 hectáreas.
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