Según expresa la directora y autora del libreto, Claudia Eid, la obra gira en torno a la dualidad del individuo, o como en la original de Goethe, se expone la lucha entre el bien y el mal, Dios y el diablo, que tratan de apoderarse del alma humana.
Además, se aborda la sed de conocimiento del hombre y los conflictos éticos que entran en juego, por lo que las sombras en escena buscan crear una imagen del mundo interno del hombre.
Argumentos
Sin embargo, mientras en la obra clásica, el anzuelo para tentar a Fausto es la juventud y el amor de la joven Margarita, en la reescritura, el protagonista es un famoso bioquímico, que descubre una fórmula capaz de elevar las aptitudes humanas, lo que, a la postre, genera la cura contra enfermedades terminales en el mundo actual, como la diabetes, el cáncer y el VIH/sida.
La tragedia en esta obra, ambientada en un contexto moderno, se desata cuando el descubrimiento científico es robado por un consorcio farmacéutico que busca lucrar con la fórmula, lo que termina destruyendo la vida del doctor Fausto.
En este mundo de sombras, “el bien y el mal ya no están definidos claramente y la ética tiene tropiezos y contradicciones”, explica el elenco en su carta de presentación.
“El conocimiento y las emociones encuentran puntos de tensión y distensión, entre lo caritativo y el egoísmo, representados por descubrimientos que persiguen el bien común, en un juego de poder, en el que el máximo capital es el saber”, refiere el elenco.
El Proyecto
En la pieza de teatro, que se estrena hoy a las 20:00 en el Martadero y que se repetirá sábado y domingo a la misma hora, en el mismo escenario, actúan Celso Herbas, Patricia Requiz e Isabel Fraile, mientras que Yuri Nakanouchi está a cargo de la asistencia de luces. Además, la obra está auspiciada por AOS (Ayuda Obrera Suiza). La entrada para la función es de 20 bolivianos.
Una vez concluido este ciclo en Cochabamba, el elenco tiene previsto representar la obra en escenarios de La Paz y Santa Cruz, según anuncia la directora de la obra, Claudia Eid, quien además dirige el sonido.
El proyecto Martadero nació hace un año a partir de talleres permanentes de teatro que se organizaron en este centro cultural gracias al apoyo de AOS.
Esta es su segunda obra en escena. La primera llevó el título de Deriva, se la presentó en octubre del año pasado y estuvo dirigida por Viola Vento, una actriz italiana que integró el Teatro de los Andes.
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