Recorrido en negro se realizó el 15 de octubre y según describe Mercado, su proyecto “es una provocación, un desafío. Poder enfrentar la realidad ‘del otro’ no debiera ser solamente la posibilidad de transitar por un territorio inestable, debiera ser la posibilidad de saltar a un abismo y sobrevivir”.
La artista demoró un par de meses en conseguir la respuesta afirmativa de la autoridad municipal y por la apretada agenda del Alcalde. El recorrido se redujo, constaba en caminar entre siete a nueve cuadras, pero resaltó que Revilla y su equipo mostraron su interés en el concepto de este proyecto.
Mercado decidió invitar a Revilla y no a otra autoridad porque “el Alcalde en su calidad de funcionario público era la persona ideal para la performance puesto que tiene el poder y la posibilidad de construir y diseñar una ciudad inclusiva tanto en infraestructura como en desarrollo social, eso es lo que demanda una persona con discapacidad visual”, aseguró.
La artista juntó ambos mundos, el de los que ven y el de los no videntes con una clara intención “ver la realidad desde otra perspectiva y por qué no, tomar acciones contundentes al respecto”.
Esta es una de las prácticas artistas que se realizan en el marco de la Bienal Siart que se convierte en el mayor escenario de Bolivia dedicada a las artes contemporáneas.
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