Uno de los primeros que describe sobre Potosí es Pedro Cieza de León, quien estuvo por Potosí a cuatro años de haberse fundado esta ciudad, que en los primeros años era sólo un “Asiento y Minas”, luego se elevó a la categoría de “Villa Imperial”. Los primeros años de Potosí después de su descubrimiento del Cerro Rico los habitantes se enfrascaron en una explotación tan frenética de los entonces fáciles depósitos argentíferos, que no hubo tiempo para escribir la historia, incluso un lugar donde abrigarse. Se produce uno de los fenómenos más importantes de concentración urbana, “que de muchas partes del reyno acudian Indios a este assiento de potossi, para aprovecharse” afirma Cieza ([1553],1995:289) al referirse a Potosí cuando visitó el “asiento” en 1549. Como el conocimiento de Cieza se remonta a los primeros años de Potosí, su descripción de Potosí es especialmente valiosa.
En el dibujo que nos muestra Cieza, aparece un punto central –lo que ha de suponerse que sería la plaza principal o mayor– donde se observa un pozo en medio de los primeros vecinos y unas cuantas casas muy diseminadas sin ningún orden que le rodean. En un segundo plano, aparecen las dos primeras iglesias: San Francisco Chico y Santa Bárbara. Al referirse a la plaza, afirma que era un lugar llano donde se hacía comercio.
Las primeras referencias que encontramos sobre cuantos se establecieron para fundar Potosí, encontramos en una anónima descripción donde se asevera que se pobló un “19 de abril de 1545, por 75 hombres que a ello vinieron desde la ciudad de la plata” (Chacón, 1973:5). Junto con los 75 españoles fueron unos siete mil yanaconas que aprendieron el arte de la “wayra” (Serrano, 2002).
Podemos concluir que desde 1545 se fue formando una población que, sin lugar a dudas, en este primer momento, no era más que un asiento minero. Las casas se fueron haciendo “sin orden, concierto ni medida de calles, pues cada cual hizo su casa con tanta prisa que careciendo de la forma hubieron de quedar sin calles por donde pasar”.
A mediados de julio de 1545 los conquistadores al forzarles a los pobladores de Cantumarca y circunvecinos a construir sus casas, se resistieron y combatieron con los españoles por los convenios incumplidos; a pesar de ello en 1546 hubo 94 casas, y a 18 meses del descubrimiento 2.500 (Arzans: t.I, 42).
Se conoce que con la llegada del 5to Virrey del Perú don Francisco Toledo al finalizar el año de 1572, la Villa Imperial recibió mayor importancia en el virreinato; reorganizó urbanísticamente el centro de la ciudad al ampliar calles y habilitar plazas, estableciendo en el centro de la ciudad cuatro plazas contiguas e iniciarse la construcción de nuevos edificios públicos alrededor de ella.
Después de Toledo encontramos un dibujo de 1584 que demuestra que Potosí ya se encuentra urbanísticamente diseñado, la de Tito Yupanqui. Luego, a principios del Siglo XVII, encontramos otro dibujo, el de Guamán Poma de Ayala.
La Plaza del Ckatu o Gato (que así llamaban los españoles, porque los indios decían Ckatu a todo lugar donde se expende comercio), antes de construirse el segundo edificio para la Casa de Moneda, era un centro de abasto o comercio, donde se instalaban “las indias vendiendo los mantenimientos y tenían unos palos formados quitasoles (que llamaban llantus, que es lo mismo que sombra)”. Esta plaza tenían dos calles, una que iba por el medio y largo de ella, y otra por el ancho (Arzans: t.I, 5).
En 1733, a petición presentada por don Domingo Cueto, Procurador General de Potosí ante el Ilustre Cabildo, se resolvió mejorar la plaza, haciendo limpieza, “deshaciendo los poyos y muladares que iban creciendo”. Cueto se ganó el afecto del gremio de las indias del Gato y de las cancheras por esta labor. Según Arzans, era una obra anhelada por los potosinos, y que jamás se pudo conseguir realizar esta obra por anteriores corregidores y alcaldes ordinarios que pretendieron mejorarla.
Arzans no alcanzó a ver la construcción del segundo edificio de la Casa de Moneda, a pesar que el proyecto venía desde 1728 y 1730, recién se concretiza en 1750 con disposiciones cedulares. Al referirse a la Casa de Moneda, afirma que si existió un ahorro de reales para “fabricar nueva Casa de Moneda al modo de la de Segovia y labrar moneda de cordoncillo...” (Arzans: t.III, 298).
Se revela que cada uno de los oficiales que llegaron de España, tenían pleno conocimiento que el lugar adecuado era la plaza del Gato o Ckatu, por su amplio espacio de más de 7500 m2 o dos cuadras, como manifiestan los informes que presentaron en 1757 a solicitud del Virrey del Perú.
El Fiel José Antonio Garrón en el Memorial que presentó, afirma que en Cádiz “oía decir que por precisión se establecería la Real Casa en dicha Plaza” del Gato, considerando que era el sitio más adecuado “con su dimensión de 189 varas planas a reserva de alguna pendiente que se descubre en su latitud de 89 varas” (Fuertes: 1994).
A pesar de estos criterios el Corregidor de Potosí y Superintendente Ventura Santelices, ordena la construcción del segundo edificio de la Casa de Moneda en la primitiva.
Es conveniente anotar aquí que no comenzó la edificación de la nueva Casa Real de Moneda Circular en la Plaza del Ckatu o Gato el 8 de noviembre del año de 1753 como afirman algunos historiadores que malentendieron a Cañete; si no que esa fecha corresponde a la construcción de murallones del antiguo establecimiento y al acopio de materiales para iniciar el trabajo de edificación (SGHP, 1944:21).
Luego de cumplir algunas exigencias relativas a la construcción, el año de 1757 fue determinante para construir la nueva Casa de amonedación sobre la Plaza del Gato, pese a continuar los contratiempos como consecuencia de haberse errado en la elección del sitio en 1753.
Conscientes de la urgencia con que había que reiniciar los trabajos de la nueva ceca; después de varias Juntas y constante comunicación con la Ciudad de los Reyes, Lima; finalmente se abre los cimientos en la Plaza del Ckatu el 17 de agosto de 1757, sobre la base de los planos que diseñó y envió don Salvador de Villa; y regido por las dimensiones que levantó Camberos, un rectángulo irregular, o sea, de longitud 129 varas y de latitud 70 varas norte y 73 sur. El 1º de septiembre los Interventores afirman que a pesar de la oposición de Santelices, se abrieron los cimientos (Fuertes: 1994).
A pesar de ello los cimientos abiertos se cierran y ordenan a don Salvador de Villa, -que se encontraba en Lima- pase a Potosí. Una vez en la Villa Imperial, Villa diseña nuevos planos sobre la plaza del Gato y envía a Lima para su aprobación. El Auto del Real Acuerdo de Justicia de 6 de octubre de 1759 aprueba los planos de Salvador de Villa que envió en 16 de agosto (Fuertes: 1994¡).
Según Luis Cabello se inició las obras sobre la plaza del Gato el 2 de octubre de 1759 empezando a tapar todas las zanjas que anteriormente se abrieron las que no fueron útiles para construir la nueva Casa según el nuevo proyecto, por lo que se tuvo que abrir nuevos cimientos, cavar en muchas partes diez y doce varas, hasta hallar tierra virgen y adquirir la firmeza que era necesario para una obra tan sólida de tanta magnitud.
*Es miembro de la Sociedad
Geográfica y de Historia Potosí
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