Así Camila Rocha personifica a Julieta como un esqueleto que anuncia y danza su muerte sin ninguna piedad consigo misma. Todas sus acciones emanan una especie de fuerza hipnótica, obligando a los espectadores a mirar y a compartir con ella cada etapa de su historia.
El concepto del espacio (una pasarela muy larga a cuyos costados están sentados los espectadores) genera una relación muy interesante entre la acción escénica y el público, induciéndolo a adoptar una mirada entre empatía y voyerismo. A nivel estético predomina el color blanco: blanca es la pasarela, blanco el rostro de Julieta, su ropa, sus drogas y sus tragos.
El único elemento oscuro de la puesta en escena es Romeo, como si fuera una sombra que aparece y desaparece. Diego Aramburo es un Romeo frío y destacado, que parece no participar de la tragedia, sino que se somete a ella. Esa pasividad, casi cruel, se expresa también cuando se interpreta a sí mismo desde un costado del escenario y comenta la historia y compara el rol de Julieta con las vivencias personales de Camila.
Interesante la relación entre la música en vivo de un violoncelo y los momentos en que Julieta canta, ya que su voz tiene algo de inquietante y puro a la vez. La dramaturgia y la dirección, realizada por Aramburo, destaca las escenas claves del texto original, manteniendo el tono áulico y la poesía que caracteriza las obras clásicas, creando un contraste muy fuerte entre el habla y la acción que nunca es descriptiva, ni naturalista.
Sin lugar a dudas ‘Romeo & Julieta’ de Kiknteatr es una obra de alto nivel artístico, capaz de atrapar al público y regalarle momentos emocionales muy fuertes, incluso chocantes. En esa tragedia no queda espacio para otras emociones”, dice Giulia D’Amico, sobre la obra “Romeo & Julieta”, que se presenta hoy en el mARTadero en dos funciones: 19:30 y 21:30.
No hay comentarios:
Publicar un comentario