El tributo a Pink Floyd fue ofrendado ayer en un escenario repleto. Para ver y oír los arreglos interpretados por la Fundación Orquesta Sinfónica Nacional (FOSN) y Deuce Producciones tuvieron que habilitarse sillas en los pasillos del Centro Sinfónico Nacional.
El espectáculo de dos horas y 20 minutos fue ovacionado de pie por los espectadores, que abarrotaron el escenario. El espectáculo se repetirá hasta el viernes. El show comenzó a las 20.20 con los temas de Dark side of de moon, uno de los álbumes más exitosos de la banda británica. En el fondo del escenario, en un círculo, se proyectaron los videos de las canciones.
Los arreglos para que la orquesta y la banda suenen al unísono fueron hechos por Javier Parrado, Nicolás Suárez, Patricia Bedregal y Boris Nava. El concierto cerró a las 22.40 con una magistral interpretación de Learning to fly.
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