Una idea insistente que la llevaría a cruzar las fronteras en busca de un mayor nivel de capacitación.
Esa misma decisión la llevó a conformar parte y posteriormente ser presidenta de la Asociación Boliviana de Pintores en Porcelana, organismo que se caracterizaba por la organización de convenciones y exposiciones. Poco a poco este cargo la llevó a involucrarse con sus similares de otros países.
“Este es un arte muy especial, requiere de mucho estudio y formación; debo admitir que es un hobby muy caro” asegura.
Esta experiencia la llevó a recibir dos reconocimientos, en 2009 de la Asociación Boliviana de pintores en porcelana y la otra en 2011 proveniente de la Asociación Uruguaya de pintores en porcelana por su aporte a este arte.
A su alejamiento del cargo presidencial y también de la Asociación Nacional, Fresia Leigue prosiguió su formación, tanto a nivel nacional como internacional. “Hasta ahora estoy buscando crear mi propio estilo y es algo por lo cual estoy capacitándome”, afirma.
“Este año asistí a la convención de Cuernavaca México y una de mis piezas fue publicada en la revista “Porcella” de la Federación Mexicana de Pintores en Porcelana.
Por razones de amistad y compañerismo, Leigue ocupa una de las carteras más importantes de la IPAT (International Porcelain Artist and Teachers), la cartera de Corresponding Secretary.
La IPAT es una organización fundada en Norteamérica que agrupa a pintores en porcelana en todo el mundo, tiene alrededor de dos mil miembros.
Además es miembro de la WOCP (World organization of China Painters); además de ser invitada a publicar sus trabajos.
“Mi meta actual es alentar a las pintoras bolivianas para que se animen a participar de estos eventos, porque tenemos la capacidad de mostrar el arte boliviano” finaliza.
Fresia Leigue es una boliviana que sin serlo se convierte en una embajadora del país ya que siempre está tratando de poner el nombre de Bolivia en alto.
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