Con esta pieza la actriz paceña Alejandra Álvarez debutará esta noche en El Desnivel, bajo la dirección de Miguel Ángel Estellano, y a partir de un texto de Franca Rame y Darío Fo.
“Además de reflejar el encierro de Ulrike Meinhof, el texto muestra cómo ella se siente estando privada de libertad. Habla sobre la mayor privación que le han dado que es la privación de los sentidos porque en su celda todo es silencio y blanco. No sabe si es de día o de noche”, comenta Álvarez.
La actriz contó que fue Maritza Wilde, directora del Festival Internacional de Teatro de La Paz (FITAZ), quien le dio a conocer el trabajo de Rame y Fo.
“Fue ella quien me recomendó leerlos. Me dio varios monólogos y cuando leí Yo, Ulrike, Grito fue como un flechazo a primera lectura. Inmediatamente se convirtió en mi proyecto personal”, afirma.
“A mí me interesa el teatro social y político que nos lleve a reflexionar. Creo que para eso es el arte, para reflexionar”, agrega.
Sobre la puesta en escena, Álvarez adelanta que se diseñó un escenario austero. “Tengo como único recurso una silla, las luces son básicas, todo muy simple. Aquí lo importante es el contacto con el público, porque se trata de una persona que va a contar cómo se siente privada de libertad”.
Estellano agregó que además del texto, la música da un aporte muy importante. “Es una obra que tiene un componente artístico fuerte. La música juega un papel fundamental porque ayuda a recrear el encierro que vivió Ulrike Meinhof”, señaló.
Alejandra Álvarez se inició en el teatro en 2001 en los talleres que el actor David Mondaca dictaba en la Universidad Católica Boliviana. Posteriormente tomó cursos de dramaturgia y de dirección en el Centro de Especialización Teatral, que depende del FITAZ.
Completó su formación junto a Freddy Chipana, director de la compañía El Alto Teatro e hizo residencias con destacados directores y actores como Diego Aramburo y Patricia García.
Además, tomó un taller intensivo con Teatro de Los Andes. “Desde 2001 he tomado muchos talleres con diferentes personas. Sin embargo creo que sigo en un proceso de aprendizaje”.
Un proyecto social
“Yo, Ulrike, Grito es una obra que forma parte del proyecto Camino hacia nuestro teatro que busca profesionalizar a jóvenes y grupos emergentes de teatro”, comentó Estellano.
Además tiene el apoyo del Fondo de Mujeres Bolivia Apthapi Jopueti, que trabaja con mujeres privadas de libertad. Por ello, este monólogo se llevará a cárceles de La Paz y Cochabamba.
“Se van a hacer foros para cuestionar las condiciones en que viven los presos, que ahora es algo que está dando de qué hablar. Vamos a cuestionar esta realidad y luego presentaremos la obra”, agregó Álvarez.
La función de esta noche en El Desnivel (Sánchez Lima 2280), empezará a las 20:00.
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