Actualmente, lucha por concientizar a niños y jóvenes a través de obras teatrales y declamaciones que se transmiten en varias ciudades del país, además, es la encargada de presentar diversas partes de la historia boliviana de una forma didáctica para el público, sin embargo, ocupar este sitial les costó bastante dado que en un inicio no contaban con espacios para expresar su arte.
“Albor es un movimiento juvenil que nació el año 1997 en la urbe alteña con un grupo de jóvenes trovadores que empiezan a tomar las plazas y calles como lugares para mostrar su arte y talento en la declamación”, expresó Willy Flores, director de la institución
Según el relato del entrevistado, en aquella época este sector debía luchar con otros grupos, especialmente de baile, para poder mostrar su talento en el escenario público dado que se promocionaba más el baile y canto extranjero que otros rubros artísticos.
“Las plazas, de alguna manera, eran tomadas por estos grupos debido a que se promocionaba más la música extranjera por los medios de comunicación, incluso con concursos que premiaban a los ganadores con dinero en efectivo, lastimosamente, más adelante, muchos de estos grupos comenzaron a convertirse en pandillas y desviaron el sano hobby que era bailar. Viendo esta problemática y en este contexto, nace Albor con la idea de formar un grupo distinto ya que percibíamos que la juventud rechazaba su cultura y además tomaba lo de afuera como lo mejor, por lo tanto tenían otro tipo de prototipos más de afuera y nosotros nacimos siendo diferentes, amando lo nuestro, a nuestra ciudad”, añadió.
Además, Flores asegura que en aquella oportunidad este ente artístico era compuesto tan sólo de seis personas que se apasionaban por el arte, sin embargo, “ahora hemos crecido mucho”.
Entre otras actividades, Albor permite que quienes deciden formar parte de la entidad puedan formarse en el arte teatral y poético, pero también que puedan mejorar su desarrollo psicosocial, formándose como líderes para la sociedad.
“Además, muy aparte de ser un elenco de teatro y poesía empezamos a gestar y promover espacios para niños y jóvenes, como festivales y encuentros, donde la idea ya no es ser unos chicos famosos o reconocidos en el país, sino darle al niño y al joven u espacio para que pueda sentirse importante teniéndolos aferrados al arte, lo que para nosotros ya es un logro”, aseguró.
En Albor, se tienen registrados a 50 socios, pero anualmente pasan por sus aulas alrededor de 500 jóvenes y niños con los diferentes talleres programados.
Cabe destacar que esta institución no sólo brinda estos talleres en su establecimiento en la zona de Villa Dolores, sino que también se trasladan a los distintos distritos alteños donde pueden compartir con los menores las diferentes enseñanzas, permitiendo que a su vez desarrollen sus capacidades.
“Contamos con el apoyo de padres de familia y de directores de diferentes establecimientos educativos junto a artistas reconocidos. El más joven de los socios tiene cuatro años y el mayor 33”, aseguró el entrevistado.
Comentó además que muchos de los actuales socios fueron integrados al elenco luego de que participaran en los distintos festivales organizados por Albor.
“Muchos en el elenco llevan, incluso, la mitad de su vida en esta institución, ingresaron niños y se convirtieron en hombres junto a nosotros”, sostuvo.
Señaló también que para ser parte de este elenco sólo se necesita esfuerzo y pasión por este arte, todo lo demás se adquiere con el tiempo. “Si hay ganas podemos trabajar en todo lo que este arte necesita, sólo esto es necesario para entrar en este ambiente”, manifestó.
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