El término cantautor en nuestro medio se lo asocia muchas veces a trova o música latinoamericana, que no es lo que yo hago. “Quien compone e interpreta”, vendría a ser la correcta definición. Me parece que no hay tanto interés por las composiciones propias, la mayor parte del público que conozco no está buscando nuevos sonidos, nuevas melodías, nuevas interpretaciones... pero poco a poco eso está cambiando y es parte de mi trabajo el lograr que se cambie.
Grabar desde ya resulta difícil. ¿Cómo lo enfrentas tú sola?
Aprendí que, tanto con músicos invitados como sola, podía hacer lo que era imprescindible para mí: cantar. Al invitar a diferentes músicos escucho sus diversos aportes, procuro siempre darles mucha libertad y comprender cómo lo que ellos saben comulga con lo que yo escucho en mi cabeza. Esto, luego de ser un reto vencido, se ha convertido en una súper enriquecedora experiencia, ya muy común en lo que hago. En resumidas, yo soy la que no para de ensayar y producir y luego acudo a músicos invitados para completar los procesos con sus cualidades musicales.
¿Cómo defines tu música?
Mi música es sincera y al cantar está presente la esencia de lo que soy.
Tu carrera te permitió además explorar otras formas de arte...
Me ha tocado conocer cómo se hacen diferentes actividades para llegar a cantar, no es sólo la música de lo que he tenido que aprender. Para mi videoclip he tenido la suerte de que haya algo un poco inusual, una codirección de dos personas que no se conocían: Adriana Bravo y Álvaro Manzano. Para los discos, es muchísimo más trabajo, pues primero están las composiciones, los ensayos con diversos músicos para diferentes conciertos, luego vienen los arreglos, más ensayos, la grabación en estudio, más arreglos, edición, mezcla y la masterización. Yo siempre lo disfruto enormemente, pero en términos monetarios es muy costoso. Cuando vendes un CD nunca cobras lo que efectivamente costó, realmente tienes que darlo subvencionado.
¿Podrás vivir de la música?
Hoy creo que sí, con dudas, pero sí. Creo y pienso que requiere mucha creatividad, requiere mucho trabajo, dedicación y constancia, a la primera bajada de guardia, todo el esfuerzo anterior se diluye, entonces requiere mucha perseverancia.
La artista
Sibah es paceña y estudió Administración de Empresas. Comenzó su carrera en el teatro, hasta que se decidió por la música. “Fui bautizada por mi sobrino José Leandro. Cuando él aprendía a hablar no podía decir mi nombre, Silvia, y me decía Sibah. Él lo decía con tantísimo cariño que yo quedaba derretida. Después, todos en mi familia empezaron a llamarme así y, finalmente, quedó ya como parte de lo que soy”.
El concierto
‘Happy hour: 2x1’ presentará el videoclip del tema ‘Mono de circo’ y un concierto de Sibah, acompañada por Marcos Flores en el teclado, con los audiovisuales de Oi Mas Bass. “Me tomó muchos años creer que podía ser cantante, me costó creer en mí misma, y fue mirando muy dentro mío que encontré las respuestas. Estoy en un proceso de cambio en mi vida en el que procuro no perderme del presente ni de lo importante”.
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