Esta danza se basa en la improvisación, con raíces exóticas propias de la India, el Medio Este, Asia Central, Norte de África y España. “Sus puras raíces gitanas le otorgan un carácter fuerte”, explica la experta Libertad Cabrera.
“Está inspirada en las serpientes, por el movimiento que hace en el que se muestra gran sensualidad, transformación y misterio”, explica Cabrera, quien empezó desde niña haciendo ballet clásico, continuó con danza contemporánea y hace cinco años que viene especializándose de manera empírica en lo que es la fusión tribal.
“Se trata de una fusión de estilos de mucha fuerza y magnetismo, en los que hay una comunicación y unidad entre quienes bailan (la tribu)”, indica.
Según la maestra, su estética procede de pueblos nómadas que resguardan una cultura muy arraigada a su tierra, propia del desierto, acostumbrados a vivir en una comunidad regida por una determinada filosofía. Esta es la razón para que el baile cobre otro sentido, con un importante valor interior y de grupo, y que esté tan lejos del espectáculo.
Una de las fusiones con la que trabaja Cabrera es el yoga, unión cuerpo-emoción-mente-ser. “Esta unión no es necesario crearla, ya existe: actuamos, sentimos, pensamos, somos”.
El cuerpo nos acompaña cada segundo de nuestra vida, estemos pensando o sintiendo. La supuesta división es sólo una ficción. Los hindúes llaman a esta ficción “la ilusión de la realidad”.
El yoga se puede fusionar con distintas danzas étnicas de Medio Oriente, movimientos contemporáneos, artes marciales, posturas, baile moderno o jazz, manteniendo siempre la esencia tribal de bailar en grupo. “En esta danza no existe sólo una protagonista, sino que cada integrante tiene un avance importante”, señala Cabrera. “Lo importante es que cada persona tenga la connotación y la esencia de edificarse a través de la danza y reconocer el poder interno que tiene”.
Cabrera afirma que es la única maestra que imparte clases de este tipo de danza en Bolivia. Le costó un poco empezar con esto, pero ahora tiene bastantes alumnas que muestran fascinación por lo que practican. “No hay límites de edad, puede bailar una niña de diez como una adulta de 50 años o más, lo importante es que tenga la voluntad de hacerlo”.
Las inscripciones se realizan en Casa Luna, calle 5 de Koani, zona Sur. “Esta danza les ayudará a relajarse y aprender a respetar, amar y manejar de mejor manera su cuerpo”, invita.
Vestuario
Se utiliza fajines de aguayo, monedas nacionales antiguas, tocados potosinos y todo elemento que tenga que ver con lo boliviano. La inspiración en el vestuario es una iniciativa de Libertad Cabrera, a quien le gusta resaltar todo lo que está basado en culturas ancestrales.
Clases
La sesión se inicia con un breve calentamiento basado en ejercicios, para luego pasar a realizar técnicas, coreografías,movimientos, desplazamientos y yoga.
Prácticas
Libertad Cabrera también ofrece clases de danza tribal en la calle 17 de Irpavi, los días martes y jueves de 07.30 a 09.00; y en Sopocachi, en la c/Belisario Salinas, los lunes y miércoles de 17.30 a 21.00.
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