En octubre de 2009 la población cochabambina se sorprendió al conocer la noticia del hallazgo de tres urnas funerarias, -que según los cálculos realizados en el lugar tenían más de cuatro mil años-, además de fragmentos de restos humanos. Este descubrimiento tuvo lugar en la esquina de las avenidas Heroínas y Oquendo.
Los autores del descubrimiento fueron albañiles que estaban trabajando en las obras de ampliación de la avenida Oquendo, cuando ellos picota en mano, dieron con una vasija de incalculable valor arqueológico.
A partir de este suceso fortuito ingresaron a escena los responsables del Instituto de Investigaciones Antropológicas Museo de la Universidad Mayor de San Simón Cochabamba para realizar todo el rastrillaje y la recuperación de los objetos mencionados.
En aquella ocasión los profesionales se encargaron de trasladar los materiales hasta el museo para clasificarlos y determinar exactamente su antigüedad y valor histórico; una tarea minuciosa y detallada que mínimamente los llevaría a un proceso científico de catalogación y estudio.
El museo va nutriéndose de nuevas piezas que proceden de descubrimientos y cuya información arqueológica va sacando algunos modos de vida o de accionar de las culturas previas.
Según la directora del museo María de los Ángeles Muñoz esta es una de las maneras con las que el museo se nutre de “nuevos” materiales, puesto que su organización llegó a fusionar hábilmente el trabajo de investigación y el de exposición. “Considero que somos uno de los pocos museos a nivel internacional y el único a nivel nacional que tiene en las vitrinas de exposición el resultado de las investigaciones que se realizan en la ciudad de Cochabamba” señala.
Es así como el museo llegó a contar con grandes colecciones, entre ellas la de Paleontología, Arqueología y la Etnográfica.
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES
ANTROPOLÓGICAS Y MUSEO
ARQUEOLÓGICO
Esta institución fue fundada en 1951, siendo la primera de esta naturaleza a nivel nacional. Por aquellos años esta organización era conocida como “Museo Arqueológico y Etnográfico de la Universidad Mayor de San Simón”, pero ya en la década de 1970 fue elevada a rango de Departamento de Arqueología y Museo, y paso a cargo de Geraldine Byrne de Caballero la misma que se dedicó a apoyar la investigación en equipo y además de velar por el relacionamiento académico, tanto a nivel local como internacional.
En este punto el museo comenzó a desarrollar una nueva etapa institucional en la que se reposiciona el aspecto académico, además de la proyección de la formación de profesionales, la renovación y dinamización de la museografía, la institucionalización de la práctica arqueológica, la diversificación y socialización del museo y sobre todo el trabajo mancomunado con diferentes instancias de la sociedad y de comunidades.
INVESTIGACIONES Y PROYECTOS
María de los Ángeles Muñoz señala que en la actualidad el Instituto para Investigaciones está finalizando siete proyectos arqueológicos, los mismos que están localizados en diversas zonas de Cochabamba.
“Son proyectos concretos en los que los profesionales del área aplican diversas experiencias académicas, por lo general se trata de proyectos de investigación para acceder al título de doctorado; por otra parte, también se realizan investigaciones específicas para la obtención de licenciatura, en los que no se requiere salir a realizar actividades de campo o excavaciones, sino que se proporcionan piezas que ya se tienen dentro el museo.
Según María de los Ángeles Muñoz la arqueología no es una ciencia en la cual se invierten muchos recursos económicos, más por el contrario se debe luchar para encontrar organismos interesados, aunque en estos últimos tiempos existe un interés renovado al respecto.
Es por ello que se logró el respaldo de organizaciones internacionales para aquellos investigadores que postulan a doctorales y éste respaldo les permite realizar análisis específicos a los materiales recolectados.
“Si no tuviéramos el apoyo de las organizaciones del exterior, -como la cooperación Sueca Asbi-, no podríamos realizar análisis más específicos, como el estudio de los atributos de la cerámica o los análisis químicos o radiocarbónicos y que se aplican a ciertas piezas”, afirma María de los Ángeles Muñoz.
Muñoz asegura que cada excavación revela contextos y con su análisis se puede determinar con mayor precisión los datos y sacar nuevos resultados que enriquezcan la información, porque “se buscan indicadores arqueológicos que de alguna manera revelan las prácticas y usos que tenían las sociedades anteriores, tanto en la vida cotidiana como en los rituales mortuorios e incluso el tipo de tecnología que empleaban”, afirma la directora.
Por eso el Instituto de Investigaciones Antropológicas y Museo Arqueológico constantemente divulga toda la información obtenida, a nivel cientifico y académico.
grandes tesoros
Si bien se dice que cualquier hallazgo es un tesoro, para este grupo de profesionales el valor de un objeto no pasa por el nivel económico sino por los datos que se obtiene a partir de él.
“Hay que mencionar que existen tesoros académicos y populares, pero en realidad la pieza arqueológica vale por su presentación, su dato, sus indicadores tipo y más, y no así por su valor económico”, asevera la directora del museo.
INVENTARIO de piezas
Debido al tipo de catalogación que aplica cada director en su gestión es que a la fecha no se sabe con exactitud el número de piezas con las que cuenta el museo.
Es por ello que la actual directora destina tres meses de cada gestión para realizar una catalogación universal y de esta manera, -a futuro- conocer el dato exacto de las piezas que forman la exhibición del museo.
En la actualidad las exposiciones que se arman en el museo están catalogadas en tres tipos de colecciones: paleontológica, arqueológica, -que son las más numerosas-, y finalmente la coleccion etnográfica.
colección paleontológica
Muestra fósiles de especies que habitaron el territorio hace 450 millones de años, exhibe ejemplares de invertebrados marinos, reptiles y peces de la era de los dinosaurios o Mesozoica; y finalmente con restos óseos de la megafauna del cuaternario, como el armadillo gigante hallado en el río Rocha.
colección arqueológica
Esta sección expone diversos tipos de objetos cerámicos, líticos, metálicos, textiles, óseos, de madera y momias que reflejan la vida cotidiana y ritual de diversos pueblos y culturas precolombinas que vivieron en Cochabamba y también materiales correspondientes al Paleoindio o Precerámico.
colección etnográfica
Exhibe piezas coloniales e históricas. Entre las que destacan instrumentos musicales, arte plumario, vestimentas étnicas y sellos sobre fibra vegetal.
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