Gabriel Barceló, desde sus diferentes incursiones en los barrios de La Paz ha logrado captar los rostros de sus habitantes, penetrando en los ceños, que denotan cansancio. Todos los personajes parecen expectantes, como esperando algo. Sus primeros planos cortados acentùan el efecto dramático propio de la fotografía en blanco y negro.
Las composiciones de Barceló omiten intencionalmente el contexto para concentrarse en la expresión, mostrando el peso de la vida, la tensión. el fotógrafo español toma el concepto aymara de ajayu e intenta captar esa esencia del alma dejando como resultado una visión universal de la realidad paceña, desde su perspectiva europea. Esta exposición estará en sala hasta principios de agosto próximo.
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