Desde su fundación en Tupiza en 1946, el legado de Nuevo Horizontes ha sido indiscutible para Bolivia, pues gracias a este emprendimiento, el arte de las tablas empezó a recorrer todos los distritos mineros del país, pues Liber Forti estaba y está convencido de que es posible un teatro de hermandad.
"Para mí el teatro tiene la función de conmover, de remover, de despertar emociones, el teatro está destinado a esto, a acercarnos a la gente, conocer realidades, aprender y agradecer por lo aprendido", manifiesta.
Sin embargo, Forti reconoce que no todos los momentos en la historia han sido fáciles para este arte, pero que siempre es posible hacer un buen teatro pues todo tiene que ver con el don de dar antes que recibir, ¿me preocupo por hacer algo para mí, por mí o para los demás?, se cuestiona tratando de explicar la esencia de lo que ha llenado por completo su vida.
Hoy, "Nuevos Horizontes", de mano del maestro sigue creciendo y cada vez más afirmando la voluntad de quienes viven apasionados por el teatro. Por eso, se espera con gran expectativa un taller que se llevará a cabo desde julio a octubre en Tupiza donde el legado de Forti nuevamente abrirá el telón.
Cuando se piensa en la edad y más aún en el cáncer, pareciera difícil comprender que cada día surgen y se renuevan los sueños y los proyectos. Liber Forti hace que esto sea una oportunidad para seguir viviendo, pues está convencido de que le falta hacer todo desde los comienzos.
"Tengo planeado en los próximos meses un viaje a Francia y Grecia, invitado por amigos que quieren seguir hablando de teatro… la enfermedad está ahí pero en vez de que sea un obstáculo, es una oportunidad, uno renace después de eso aunque pago las consecuencias día a día pero… ¡carajo, la vida es linda!".
Liber Forti, es simplemente un "hombre de alpargatas", así se define él, una bizarra expresión para explicar la personalidad de alguien que solo refleja sencillez, generosidad y un corazón lleno de agradecimiento.
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