Para Rosmery Égüez, coordinadora del programa que este año se llevó a cabo entre el 10 y el 25, el impacto de la bienal en la generación a la que convoca es mayúsculo, más si se toma en cuenta que el encuentro de manifestaciones artístivas tiene un fin social, de manifestación de ideas y propuestas. La bienal se consolida así como un espacio de expresión ya asumido por los miles de participantes que tienen dos años para capacitarse -es una meta- rumbo a la versión de 2013.
Más allá de las cifras, de por sí reveladoras, Égüez señala que entre los mensajes que dejaron los jóvenes en sus intervenciones, el 70% de ellos, en 23 áreas artísticas, demanda el cuidado del medioambiente y condena los chaqueos y la contaminación.
Asimismo, el 15% de los temas son propuestas contra la violencia, las pandillas y las drogas. Entre las preocupaciones juveniles aparecen con un 5% las propuestas de cómo combatir embarazos no deseados. El mismo porcentaje plantea la prevención del contagio del VIH y también un 5% habla de tolerancia e interculturalidad.
La segunda bienal tuvo presencia de colegios y grupos de la ciudad de Santa Cruz y de cinco municipios de provincias que se movilizaron en sus comunidades para replicar las acciones de la bienal.
Los 34.358 jóvenes que participaron, descubrieron talentos y habilidades a partir de su intervención en la bienal.
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