Por su parte, el padre encargado de la iglesia, René Vargas, reconoció que “hay partes de papel plateado, pero la mayoría son láminas de plata que cubrían las maderas”. El Ministerio de Culturas envió a Copacabana a un equipo técnico para que verifiquen, con sus archivos, qué material fue sustraído del templo patrimonial.
Asimismo, la jefa de la Unidad de Patrimonio Inmaterial del ministerio, Lupe Meneses, advirtió que es posible que estas piezas de plata sean fundidas en poco tiempo para su comercialización. Éste es el segundo robo que sufre el templo lacustre; sin embargo, no hay datos específicos sobre cuándo se realizó el primer delito.
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