Muchos dicen que “el animé es una forma de expresión de arte japonesa”, pero ¿sólo se limita a eso? En Bolivia hay muchos aficionados a este arte, desde los más grandes coleccionistas hasta los mismos creadores de mangas, esta cultura lleva años en el país, y entre el animé y el manga hay mucha interacción, aunque entre los dos existen grandes pero poco notorias diferencias.
Por lo general, los entusiastas de esta práctica suelen apodarse con los nombres de los protagonistas y personajes de sus sagas favoritas. Según Juan Pablo, un entusiasta apodado como Ele (nombre sacado de Deat Noth), “nos sentimos muy identificados con este movimiento”. El animé es el punto final del mangaka, en el cual el objetivo de cada dibujante es que su obra sea llevada a la animación. Sin embargo, muchos dibujantes quedan frustrados por no explotar lo que ellos denominan un don. “Normalmente hay convocatorias y concursos, los cuales son premiados con dinero en efectivo”.
NACIMIENTO. Animé, fuera de Japón, es el término que agrupa los dibujos animados de procedencia nipona y hasta cierto grado los elementos relacionados. Tradicionalmente, es dibujado a mano, aunque actualmente se ha vuelto muy cotidiana la animación por computadora.
Según los conocedores, uno de los padres de este arte es Osamu Tezuka, quien, inspirado en el personaje del famoso ratón Mickey, de Walt Disney, tuvo la idea de dibujar personajes con grandes ojos llamativos. De esta forma realizó obras legendarias que pasarían a la historia, como Tetsuwan atom, mejor conocido como Astroboy y Ribbon no kishi (La Princesa caballero), cuenta Miguel o Kamui.
CARACTERÍSTICAS DE MANGAS. El diseño de personajes varía de ciertas maneras según la época o los dibujantes, dice Paola. “Cabe destacar que en el animé son usualmente utilizados más de un tipo de estilos de brocha, después del dibujado a grafito, los colores imprimen características más visibles en los ojos, en el cabello, cuerpo y rostro”.
Los ojos comúnmente son muy grandes, ovalados, muy definidos y con colores llamativos, como rojo, rosa, verde, morado, muy diferentes de los reales, como los cafés y azules.
El cabello se presenta de todas formas, tamaños y volúmenes para personajes masculinos o femeninos. Además de una gran variedad de colores como los de los ojos, éstos pueden tener diferentes formas de sombreado.
El cuerpo puede ser muy parecido a las proporciones reales del humano, aunque de una manera muy escultural, como en el moé. Variaciones a la proporción también pueden cambiar, como en el chibi o súper deformed, donde los rasgos pueden ser muy exagerados, aunque éstos son para dar un toque de comedia a las series.
La nariz y la boca son pequeñas, la parte baja de la cara parece un pentágono. Una amplia variedad de expresiones faciales son usadas por caracteres para denotar estados de ánimo y pensamientos.
También se toma en cuenta las características de seres como animales, robots, monstruos y demonios que varían según el contexto, y son muy diferentes a las que presentan los personajes humanos.
Según Ele, “algunos estilos de los dibujos del animé son los Bisojo (joven hermosa), los Bishonen (joven hermoso), el estilo moé exagera las características tiernas de los personajes, y en el super deformed son personajes muy pequeños en los que el dibujante recarga las características infantiles, a éstos también se los conoce como chibis.
CULTURA OTAKU. Se refiere a la interacción de los chicos y adolescentes con la cultura animé, se denomina otaku al aficionado al tema y a todos sus géneros.
También están los akiba kei, que son los aficionados a comprar todo lo que se relaciona con este gusto. A estas personas se las conoce porque son grandes coleccionistas y llegan incluso a gastar millones por poseer sus preciados objetos.
En tanto que los cosplayer son los que se disfrazan basándose en el personaje de algún animé e incluso tienen trajes especiales.
“Estos tipos son comunes de ver. Sin embargo, algunos son algo desaliñados porque no conocen a fondo a los personajes y solamente lo hacen por moda, pero los mejor vestidos van a los eventos y convenciones que organizamos”, asegura Mayra o Akira.
“Un verdadero coleccionista tiene piezas originales”
Según Marvin, coleccionista de animé, la mayor parte de los coleccionistas es gente joven y adulta. “Este mundo es algo caro, más si eres un fanático verdadero”.
Las piezas, muñecos, historietas y cómic se encuentran en los puntos de venta animé. Muchos de estos centros especializados cuentan con colecciones originales cuyo precio se eleva por encima de los 200 dólares cada una y de acuerdo con el personaje.
“Normalmente, la gente se dedica a coleccionar cómic y series completas. Una serie original tiene un costo de hasta 20 dólares, pero también existen las de segunda mano, las cuales te cuestan hasta 50 bolivianos”, señala el coleccionista.
Según explica Paola, en cuanto a figuras, las originales las traen directamente del Japón, y las imitaciones son las que traen de Corea.
“Para que un fanático pueda adquirir estos muñecos tiene que entrar a páginas web o solicitarlas con anticipación”.
“El animé es parte fundamental de mi vida”
A partir de 2002, los fanáticos de este género fueron evolucionando. En un principio sólo eran personas que plasmaban su arte y nada más; hoy, aunque cada uno financia su desarrollo artístico, muchos de los dibujantes de mangas han creado historietas completas con las que participaron en eventos internacionales.
Paola Ramos, de 22 años, cuenta que el animé ha sido una parte decisiva en su vida. “Desde pequeña me gustaron los súper héroes y al dibujarlos sabía que podía pertenecer a ese mundo irreal, pero a la vez ideal”, sostiene entusiasta.
La diferencia con los cómics americanos se refleja en el rostro: “Una vez que vi los dibujos de animé, pude diferenciar que es un arte más significativo y representativo”.
Se dice que los japoneses mantienen la filosofía de que el alma se refleja a través de los ojos. “El creador de estos dibujos la pensó bien, no es un complejo por los ojos grandes, sino que es la fuerza y sentimientos que pueden emitir los mismos”. La creadora de Crazzy un mundo divertido, su cómic, se siente orgullosa de poder contar con el apoyo de sus padres para dedicarse a este arte.
La cultura japonesa está presente entre los bolivianos
Los mangas japoneses han sido la inspiración para muchos de los fanáticos bolivianos. Estos cómics tienen la característica de que se deben leer de atrás hacia adelante, una costumbre que está implementada en la cultura nipona.
Sin embargo, estos artistas cuentan que esa costumbre es muy difícil de apropiarse en Bolivia. “Si bien a la gente le gusta lo novedoso, es algo a lo que no se puede habituar”.
La creadora de Crazzy, ya publicó dos ediciones de este cómic, en el cual expresa, comedia de por medio, las vivencias que caracterizan a toda la sociedad paceña.
Las historietas y presentaciones son expuestas en convenciones enfocadas en los fanáticos de la animación japonesa: animé, e historieta japonesa: manga. También existen otras aficiones de marcada presencia e importancia a escala nacional, como son: juegos y artículos de colección de Star Wars, Transformers y cómics. Los próximos 11 y 12 de junio se llevará a cabo una convención de este arte denominada Otaku Fest en las instalaciones del colegio Ayacucho.
Cifras importantes
20 bolivianos es el costo de las piezas de colección pequeñas de origen chino. Existen varios comercios en la ciudad que venden los muñecos al por mayor.
200 dólares es el máximo precio en que Marvel adquirió una de sus piezas de colección. Para los coleccionistas aficionados, el precio es lo de menos, el objeto es digno de él.
5.000 personas aproximadamente, entre jóvenes y adultos, se dan cita en las convenciones y expoferias en las que el animé y el manga son los protagonistas.
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