El cuadro, de 2,5 por 1,5 metros y hecho en la técnica del acrílico, fue concebido en 1999, en una jornada de reflexión carcelaria, en medio de una instalación para el movimiento “Cristo andino”, que se encarga de hacer acciones en beneficio de los reclusos. A partir de entonces se convirtió en una obra itinerante.
“Es un cuadro que provoca acción. Es un Cristo que está levitando y tiene la simbología andina porque en vez del sol tiene una chacana que es la cruz andina y también tiene la Cruz del Sur, entonces a muchos estudiosos les llamó la atención”, explicó Gumucio.
Víctor Hugo Calisaya, jefe de la Carrera de Sociología de la UMSS, y el pintor Moisés Anturiano también confirmaron su participación.
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