“Hablar de teatro es hablar de muchas miradas que se puede tener desde esta posición artística. Actualmente, las instituciones utilizan el teatro como una herramienta pedagógica–educativa, desde el teatro del oprimido o desde otras miradas que permiten a los artistas escénicos entrar a otros espacios”, expuso al ser consultado por EL DIARIO.
Sostuvo que en la actualidad se siguen formando nuevos elencos juveniles que hacen del teatro parte de sus vidas desde donde expresan sus aficiones y preferencias.
Añadió que, en general, el teatro en Latinoamérica es utilizado para descolonizar desde los discursos para generar reflexión al público que asiste a los espectáculos.
Espacios culturales
Indicó que en la ciudad de La Paz existen espacios como el Campo Ferial Chuquiago Marka, de Bajo Seguencoma, y otros que deben ser aprovechados intensivamente para divulgar el arte y, en general, todas cualidades artísticas y sociales.
“No sólo son el Campo Ferial Chuquiago Marka o la Casa de la Cultura los espacios más propicios para esos efectos, pues hay muchos otros espacios utilizables en esos efectos, pero también hay que conocer la lógica administrativa para solicitar estos espacios”, dijo.
Debe aclararse que el Campo Ferial fue inaugurado en 2014 con el propósito que sus espacios sean utilizados para actividades culturales, empresariales y artísticas, lo que no siempre sucede.
Teatro en Bolivia
Una publicación de Pieb señala que “un estudio del actor y periodista español Daniel González Gómez–Acebo da cuenta que el teatro en Bolivia se practicaba desde la época de los incas, por tanto desvirtua que esta actividad cultural haya llegado con los españoles, durante la colonización”.
Las primeras obras del siglo XIV, XV y XVI creadas y presentadas fueron Ollantay, Utqha Paukar y Wanka (la tragedia) del fin de Atahuallpa, estas dos últimas poco conocidas y de autores anónimos.
Para Salinas, uno de los periodos contemporáneos importantes del teatro en Bolivia, fueron las producción y difusiones del periodista e intelectual Raúl Salmón, cuando se puso lo a la palestra público el teatro popular, en los años 40 y 50 del siglo XX.
“Raúl Salmón de la Barra marcó un hito importante en el campo del teatro popular. Otro impulsor y creador de obras de teatro fue el escritor Julio de la Vega, que igualmente popularizó en su tiempo el arte escénico”, añadió Salinas.
Entre las obras de Salmón están: Plato paceño (1958), Escuela de Pillos (1949), Los hijos del alcohol (1950) y varias otras.
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