Ruperto Salvatierra Lazarte es uno de los artistas plásticos más representativos de Bolivia. Sus obras reflejan figuras costumbristas y tradicionales del país, además de paisajes y retratos, una de sus especialidades.
Sus inicios en el arte se remontan a su niñez cuando a sus seis años comenzó practicando el dibujo y haciendo obras en barro y greda.
“Llevaba a pastear a mis ovejas y aprovechaba para hacer trabajos con mucho detalle de todo lo que veía y así empecé a desarrollar, inocentemente, el dibujo y a hacer mis muñecas flexibles, algo que es muy importante”, dice.
Luego comenzó a dibujar en pliegos de papel sábana grande a cantantes internacionales como Sandro y Roberto Carlos. Después continuó practicando en su casa con niños.
“Los dibujaba en vivo y directo”, cuenta.
Posteriormente, entró a la escuela de Bellas Artes en Cochabamba, que entonces estaba a cargo del maestro Raúl G. Prada. Fue ahí donde perfeccionó el dibujo y poco a poco fue interiorizándose con la pintura.
Sus primeros años, luego de estudiar, se pasaba haciendo retratos a lápiz, de noche, y pintaba óleos, de día. Llegó su primera exposición en el Gíldaro Antezana con una exposición colectiva que realizó junto a los hermanos Castro. Más adelante ya pudo exponer individualmente.
“Recuerdo que en una de mis primeras exposiciones individuales, un japonés que vio mis obras por una o dos horas, se me acercó --resulta que él era un gran pintor japonés mayor-- y me dijo: Ruperto, usted pinta y dibuja mucho...va a ser un gran artista”.
Así, entre dibujos, pinturas y anécdotas, ha pasado más de medio siglo de vida artística, habiendo recibido premios y reconocimientos muy importantes a nivel nacional, el más reciente la condecoración Gíldaro Antezana otorgada por la Asamblea Legislativa Departamental, como parte de las actividades conmemorativas de los 207 años de la gesta libertaria de Cochabamba.
A lo largo de su carrera, Salvatierra ha expuesto en Cochabamba, La Paz, Oruro y Santa Cruz y sus obras han llegado a Estados Unidos y Alemania.
OH! pudo conversar con él, en su casa donde pinta al aire libre, ubicada a orillas del Río Huayculi en Quillacollo. A continuación, parte del diálogo con este artista que habla sobre su trayectoria y visión del arte en la actualidad.
OH!: ¿Cómo crea sus obras?
Generalmente pinto con modelos vivos pero también con algunos apuntes para no olvidar ningún detalle. Hay que tener mucha práctica en dibujo para pintar con modelos vivos o imaginarios. Por ejemplo, las expresiones de las niñas autóctonas de Potosí que son maravillosas y me gusta pintar, pero tengo que darme modos porque las niñas se escapan, entonces tomo notas.
Un punto importante para mí es lograr dar expresión a una niña, a un rostro, y para ello hay que practicar mucho. Otro aspecto importante para mí son los lugares donde voy a pintar, antes habían lugares hermosos como Colcapirhua, paisajes maravillosos que han desaparecido de nuestra llajta y en lugar de ello hay basura.
OH!: ¿Cómo nació su pasión por el arte?
He nacido para pintar. Mi abuelito, el papá de mi mamá, era un gran pintor. En Chávez Rancho, un barrio gigante ahora llamado Villa Busch, Chimba, estaba la casa de adobe donde hemos crecido y ahí mi abuelo pintaba murales al alquitrán; surrealismo y también aves. Esa casa que tenía esos murales, lamentablemente ha sido demolida.
También es importante que mis papás me incentivaban, sobre todo mi mamá porque ella vio pintar a su papá.
OH!: ¿Puede un artista como usted vivir de la pintura en Bolivia?
Antes se vendían muchos cuadros. Yo llevaba mis obras a La Paz donde vendía bastante pero ahora ha bajado mucho. Antes en las exposiciones se vendían entre ocho y nueve cuadros, hoy se vende muy poco. No importa si alguien quisiera darme miles de dólares, yo no podría dejar de hacer esto, aunque no tenga dinero.
OH!: ¿A qué cree que se deba esto?
Nuestro Gobierno no da apoyo y además ha atacado a la clase media que son quienes compraban cuadros, aunque no pagaban mucho, compraban. Un chapareño, por ejemplo, no va a comprar un cuadro.
OH!: ¿Tiene una metodología para pintar?
No tengo una metodología porque no todos los días estamos bien y con ganas de trabajar; aunque mi vida sea pintar y dibujar, hay días que no se puede y además ahora estoy más cansado. Antes pintaba 40 cuadros al año más o menos. Hoy sigo haciendo dibujos con lápiz quemado y pinturas en óleo, acuarela y pastel.
OH!: ¿Cómo evalúa el apoyo de las autoridades a la cultura?
He pedido a nuestras autoridades que se construyan galerías y museos. Le pedí a Manfred (Reyes Villa) porque hay obras valiosísimas que están botadas en la Casa de la Cultura.
Por otro lado y como no tenemos galerías, ahora tenemos que compartir el Gíldaro Antezana entre cuatro aristas por exposición y eso nos hacen daño.
Tengo que participar en exposiciones colectivas y así sólo se pueden mostrar ocho cuadros. Exponer individualmente te hace sentir grande.
OH!: ¿Tiene alguna anécdota que compartir sobre alguna de sus pinturas?
Uno de los cuadros que pinté es la composición de la Maja Desnuda de Goya.
Le dije a mi amiga Cintia: “¿y si te pinto desnuda?” Y ella acpetó, y el resultado es una obra de dos metros de largo que por primera vez pintaba en ese tamaño y con brocha. Cuando comencé, no podía concentrarme, y no salía (la obra), así que borraba y borraba. Estaba nervioso pero en un momentos de esos pensé en cuánta pintura estaba derrochando, así que terminó saliendo y me di cuenta que lo había logrado. Esa pintura me ha gustado mucho; en la exposición que realicé entonces, puse la obra al fondo del Gíldaro y al pasar por la Plaza, la pintura se veía una maravilla. Unas semanas después, una señora me tocó la puerta y me preguntó si tenía un desnudo…quedó impresionada y me pagó 1.500 dólares. Hoy no sé dónde está este cuadro, creo que en el exterior.
OH!: ¿Ha pintado otra cosa que no sea retrato y paisaje?
Tengo pinturas surrealistas. He pintado cerca de 40 cuadros grandes que creo voy a exponer pronto. Estoy procurando que sea en el Centro Patiño, ojalá se pueda. Quisiera hacer una exposición con toda la pintura costumbrista, con todos los motivos: paisajes, bodegones, lavanderas, etc. Hemos calculado, con unos amigos, que son cerca de 200 cuadros, incluyendo los surrealistas.
OH!: ¿A quiénes considera los mejores exponentes de la pintura boliviana?
En Oruro hay dos: Alberto Medina y Erasmo Zarzuela que son grandes pintores y también ganaron el premio a Obra de una Vida. En Cochabamba a Gildardo Antezana, sin duda, y hay varios artistas que pintaban muy bien pero que ahora se han ido a la pintura comercial y es el peor de los males, porque aquellos que pintaban con todo amor, ahora hacen pintura comercial y ahí se destruye.
OH!: ¿Qué opina de la pintura moderna?
Creo que es muy desastrosa, pueden pintar surrealismo y hacerlo bien, pero hoy eso no vale, cualquier persona que pinta con soplete cualquier trazo es reconocida y esto no tiene sólo que ver con los artistas actuales sino con los jurados que, por figurar, aceptan ser (jurados) sin conocer de arte. Para ser jurado se tiene que tener conocimiento.
En La Paz, por ejemplo, ganó el gran premio un cuadro hecho en computadora, eso no es pintura ni dibujo y eso es el arte moderno, para mí es una violación. Muchos de estos artistas que hacen arte moderno ni siquiera han realizado una exposición y ganan a quienes pintan 30 años. Todo esto no solo sucede en nuestro medio sino en Europa y Estados Unidos, de donde en realidad llega a nuestro país.
OH!: Háblenos sobre los premios y logros más importantes de su carrera
Son muchos. En La Paz saqué el gran premio Pedro Domingo Murillo, Obra de una Vida que ningún cochabambino ha logrado.
También el general Hugo Banzer Suárez me entregó un reconocimiento en el Teatro Achá y recibí una condecoración en la Plaza Principal de Cochabamba por el ex alcalde, fallecido, Edgar Montaño.
Un gran logro es cuando en el último gobierno de Jaime Paz Zamora se lanzó una convocatoria para pintar a los Presidentes de Bolivia y saqué el primer premio. Las obras están en Palacio de Gobierno. Entre tres artistas, pintamos a los entonces 61 Presidentes. La última condecoración por toda mi trayectoria la recibí este 14 de septiembre; esa medalla vale mucho.
También he ganado premio en acuarela, sin ser acuarelista, y el Primer Premio en Dibujo del Salón Municipal.
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