En el último tiempo, se han creado varios centros culturales en Sucre. Su visión –con sus diferencias- es la de generar espacios y emprendimientos alternativos desde la ciudadanía, al monopolio de la agenda institucional que se ejerce sobre este campo.
Muchas de sus preocupaciones son comunes, como la falta de fomento y políticas que permitan a estos negocios ser autosustentables; la distorsión en torno a la cultura que generan las políticas de gratuidad que educan a la población a no pagar por la cultura, entre otras.
Puño y Letra conversó con cuatro centros que son parte de la vida cultural de Sucre, (tres de ellos ya establecidos y uno recién comienza, La Guarida). Les preguntamos cuál es su visión acerca del papel que ellos juegan en la cultura local (sus proyecciones y sus limitaciones); cuáles sus principales críticas a las instituciones locales (qué falta, qué relación sería la ideal); y cuál su criterio acerca de la población consumidora de arte (cuál debería ser su papel para mejorar la oferta cultural).
Esto fue lo que nos respondieron.
TERMITERO, ESPACIO CULTURAL
Calle Grau 531
Contactos: Fb: Termitero
Fono: 6421131 / 7577356
Tiempo de vida: febrero 2016
1. El Espacio Cultural Termitero a lo largo de este tiempo, se ha proyectado como un espacio de encuentro y de estímulo para la generación e intercambio de ideas y conocimientos en torno al arte y la cultura. El Termitero se presenta en Sucre como un laboratorio de innovación artística y aprendizaje colectivo pero también de innovación social, pues tiene como finalidad el fomento y el desarrollo de una ciudadanía activa, capaz, también, de crear e impulsar luchas reivindicativas desde el ámbito social y político.
Creemos en la posibilidad de crear actividad cultural fuera de las instituciones formales, acogiendo e impulsando las inquietudes y el trabajo alternativo e innovador de jóvenes; es por esta razón que proyectamos las actividades con el propósito de generar nuevas y diferentes sensibilidades en niños y jóvenes, valorando iniciativas artísticas-culturales autogestivas.
La principal limitación para la actividad cultural desde el Termitero, es la ausencia de un marco normativo y legal que respalde y fomente la actividad de los espacios culturales y de los actores que llevan adelante las mismas.
2. Las instituciones que manejan recursos para la cultura en Sucre, con su política de gratuidad, de bajo costo o de ingreso simbólico de las actividades que promueven, han llevado a que la sociedad civil participe de las mismas con actitud pasiva, poco informada y con afán únicamente distractivo; por supuesto que esto es un perjuicio para los promotores culturales de actividades autosostenidas, pero también para la sociedad civil, pues estas instituciones no brindan espacios continuos para la formación cultural.
Además, las instituciones encargadas de la cultura en Sucre, de un tiempo a esta parte, han monopolizado la actividad cultural, fundamentalmente por la inexistencia de una figura jurídica de “espacio cultural independiente”, es por esto que instituciones y autoridades pretenden plantear indistintamente la actividad cultural como actividad comercial.
La existencia de estímulos gubernamentales y/o municipales a espacios independientes es necesaria para ampliar la oferta cultural y artística, en un momento como el que vivimos, es importante generar condiciones adecuadas para el desarrollo cultural.
Generar mayor interés por parte de la población hacia el quehacer artístico, se logra no solo a través de proyectos institucionales, sino también a través de la descentralización del ejercicio político-cultural, obteniendo así, nuevos rumbos y mayores alcances. En definitiva, sería interesante y necesario, crear un circuito de espacios culturales independientes con el objetivo de brindar nuevas opciones que descentralicen y democraticen la cultura.
3. Los consumidores de cultura en Sucre, en su mayoría jóvenes y adultos, al contar con escasa y poca variedad de oferta cultural por parte de las instituciones formales encargadas de promover la cultura, han desarrollado una actitud pasiva y contemplativa de la cultura.
La población no sólo debería exigir la realización de eventos culturales de acuerdo a acontecimientos específicos, sino hacer de la cultura una práctica social constante que demande e involucre formación de calidad, apertura a nuevas propuestas y que tome en cuenta la diversidad de públicos existentes en la ciudad.
La apertura de espacios culturales alternativos y la demanda en ascenso, por parte de ciertos sectores de la sociedad civil (niños y jóvenes) en Sucre, está revelando una crisis cultural en el ámbito político- institucional.
Es así que, artistas, gestores culturales y consumidores, participan y se involucran en las propuestas alternativas porque perciben que la cultura es un espacio y un trabajo donde circulan recursos de diversa índole, no solo económicos, por tanto, se trata de una búsqueda de nuevos públicos y nuevas búsquedas subjetivas en el ámbito cultural.
EL MERCADO, CONTRACULTURA
Y RESISTECIA
Tiempo de vida: un año y nueve meses.
Calle Olañeta 277 esquina Destacamento 111.
Abre viernes y sábado desde horas 20:00
Platos: Especialidad ckocko de pollo y helado de vino
Bebida: La caserita
Administra: Carmen Julia Heredia Cavero
1. Sucre también ha racializado el acceso al arte. Quisimos crear un espacio donde circule gente de todos los estratos, y queden quienes quieren resistir e incomodar al sistema con su propio lenguaje cultural y artístico, y aquellxs que disfrutan de lo subversivo, e interpelador de ese lenguaje.
Los talleres se realizan bajo la visión de “Hazlo tú mismx”, para fortalecer el trabajo de organizaciones y colectivos.
Logramos sacar un Boletín, lo escrito tiene más alcance y da un testimonio de lo que pasa en el espacio y da la opinión de quienes asisten, también consolidamos nuestra pequeña biblioteca de la que se puede fotocopiar. Desafortunadamente, en la Alcaldía de Sucre no existe la categoría de centro-cultural de esta naturaleza.
2.- El arte debe tomar las calles, las plazas una vez al mes, donde artistas locales, provinciales y nacionales muestren su trabajo, sin ningún condicionamiento ideológico.
Hay que educar a consumir arte, así como aportas para el equipo de futbol, darte entradas dos veces al año para ir a las actividades, y `para estos espacios, necesitamos políticas más flexibles para emprendimientos que estén dirigidos a enriquecer el arte y la cultura, y si acaso incluirlos en las publicaciones de mapas.
3.Toda actividad cultural debe estar dirigida a democratizar el arte. Hay sectores que quieren arte, pero el prejuicio racial que sobrevive los aísla, y aquellos que pueden pagarlo. Hay que dirigir un poco más la mirada hacia lo que se hace acá, para impulsar profesionalmente a los artistas.
El Mercado ofrece música en vivo, teatro, poesía, cine, debates, investigaciones, talleres y nuestro mercadito, con editoriales independientes y material de colectivos feministas de Bolivia y de otros que están en la auto-gestión.
ESPACIO CULTURAL LA QUIMBA
Fecha de nacimiento: 6 de Agosto de 2010
Dirección: Calle Grau No 238
Tell: 72899233
Correo electrónico: laquimbacultural@hotmail.com. Facebook: La Quimba
1.- La Quimba, desde su identidad de espacio íntimo, alternativo, diverso y ecologista, aporta al movimiento cultural de la ciudad en proporción a la buena energía que nos transmiten: los artistas locales que comparten su arte, los artistas errantes que regalan pedazos de su viaje, los que somos parte de La Quimba desde adentro y los que se sienten en casa cada vez que nos visitan. Es parte de nuestra identidad el ayni, ley fundamental de la cosmovisión andina amazónica, que se refiere a la necesaria reciprocidad entre los seres. Intentamos que nuestro aporte, sobre todo sea diversidad y buena energía.
Desde agosto del año pasado estamos viviendo una nueva etapa que se caracteriza por la realización de diversos proyectos independientes entre sí, pero dependientes de La Quimba como espacio de difusión cultural.
Otro de los intereses fundamentales de nuestro espacio como retribución a la madre tierra, es la realización de actividades y promociones ecológicas, como el canje de pilas usadas por consumo de productos en La Quimba, un próximo concurso de fotografía con temática ecológica, además de sensibilización a nuestros visitantes, hacia el uso racional de plásticos, y el cuidado del agua.
Desde este pequeño espacio que nos permite existir, las limitaciones en realidad siempre vinieron de afuera; el hecho de que el municipio no contemple ni reconozca en sus reglamentos y estatutos el formato de centro o espacio cultural, nos limita bastante a la hora de poder obtener una licencia de funcionamiento real y nos obligan a trámites meramente burocráticos.
2.- Para poder lograr una cultura auto sostenida en realidad, no deberíamos confiarnos en las instituciones públicas del todo, por muy buena voluntad y criterio de los ejecutivos culturales, las leyes contradictorias, las ordenanzas restrictivas, los procesos administrativos y burocráticos, hacen de que las actividades culturales sean solo una meta por cumplir y en muchos casos, carezcan de la calidad y seriedad que se merece. Cuando las políticas culturales deberían ser sostenibles en el tiempo y con alcances por lo menos a mediano plazo.
Pienso que los que debemos sostener la cultura generando espacios y por ende movimiento cultural, somos el pueblo, es decir los artistas haciendo lo mejor de su arte, los productores y gestores creando espacios y actividades de calidad y la población, los vecinos, consumiendo el buen producto cultural que se le oferta.
Las instituciones públicas deberían dedicarse mas a la planificación sistemática y la motivación de consumo cultural en la población en todos sus estratos sociales, brindando calidad de espacios formalmente establecidos, como teatros bien equipados para todas las artes y la creación de escuelas o talleres permanentes de aprendizaje y actualización de los artistas.
3. Los consumidores culturales deberíamos ser todos, todos conscientes de una necesidad elemental como es la belleza en nuestras vidas y que nos la brinda la naturaleza y las artes. El bajo consumo cultural es un problema de nuestro entorno que hay que trabajar en todos los grupos etarios, para crear generaciones de consumidores culturales dispuestos a pagar una entrada digna, disfrutar de la presentación y al finalizar salir con una visión más crítica.
LA GUARIDA
Calle Azurduy, Nº 118
Tiempo de vida: dos días.
1. La Guarida es un Espacio Cultural, artístico, educativo, alternativo e independiente, que inicia sus actividades a partir de este mes, tiene como proyección ser un lugar que brinde diferentes formas de promover el consumo artístico y cultural, involucrando a diferentes actores de la comunidad creadora de Sucre, haciendo énfasis en la promoción de las artes locales, pero a la vez impulsando la movilidad de artistas nacionales e internacionales.
Queremos promover la democratización del arte y la cultura, aportar al encuentro, a la transformación y al crecimiento de las diferentes expresiones artísticas, así como de las personas que participan de los encuentros culturales.
Queremos forman parte de una red de centros o espacios culturales a nivel local, nacional e internacional. Creemos que el trabajo en red es importante para lograr un impacto e intervención en las políticas públicas y culturales.
Entre las limitaciones podemos hablar de la distancia con la idea que existe en el imaginario colectivo de lo que es un Centro o Espacio Cultural, incluso con el propio concepto de lo que es arte y cultura, que se reducen a algunas expresiones.
2. Existe una ausencia de políticas culturales, que se plasma en una planificación que responde a lo inmediato y no así a lo importante y sostenible.
La burocracia administrativa institucional que toca a organismos privados y públicos, es un gen que daña cualquier iniciativa y tiene que ver con un cambio de estructura necesario para lograr un avance en la democratización del arte y la cultura.
La mayoría de los espacios culturales en nuestra ciudad y en el país, son iniciativas independientes y/o particulares que no gozan de un apoyo serio y sostenible del Estado o Municipio, que no sólo significa un aporte económico, sino y sobre todo políticas de fomento, que además se ven presionados por temas impositivos y de ambigüedad en las normativas.
Para mejorar o cambiar este panorama, promover la creación de políticas culturales desde los diferentes actores es una opción a tomar en cuenta y los centros en ese aspecto somos los convocados a aglutinar estas propuestas.
3. Uno de los desafíos como Espacio Cultural es generar la demanda por el consumo de las diferentes expresiones artísticas y culturales.
La población puede asumir que el arte existe en la medida que la gente vaya a su encuentro y valore, sostenga y reconozca al arte, la cultura y sus actores, como vitales para el desarrollo de la ciudad y el país.
El futuro del FIC
Vamos camino al 29º Festival Internacional de la Cultura, en Sucre. Hace dos años la actual administración del Gobierno Municipal se ha dado a la tarea de rescatar este evento y de hacerlo uno de los ejes centrales de su política cultural. Recordamos la evaluación que hicieron ese entonces proyectando su futuro.
- Pensar en un festival que impacte en la sociedad chuquisaqueña y nacional, además de que se constituya en un referente internacional. Exige recuperar y repensar cuanto ha experimentado el FIC en más de 20 años de vida, de manera que pueda dialogar adecuadamente con la realidad cultural, social, económica y tecnológica del siglo XXI.
- Hay que trabajar, de inmediato, para cambiar la opinión pública negativa que existe sobre el FIC y establecer otra favorable a su misión, metas y objetivos.
- En el plazo mediano, hay que trabajar para superar la burocracia dominante en las instituciones públicas llamadas a realizarlo y la consolidación de una entidad mixta, con participación pública y privada, con competencias ejecutivas plenas y con garantías contra la intromisión de terceros intereses.
Mejor infraestructura, una demanda
(Alejandro González Romero)
Desde hace años, los artistas de la ciudad demandan espacios adecuados para desarrollar su labor. Pese al sinfín de diagnósticos que se hicieron sin aterrizar en políticas culturales que tomen en cuenta lo que el sector realmente necesita, los artistas aun demandan de sus autoridades ese hardware que pueda contener el ahora abundante software que se está produciendo al menos en teatro.
Como la necesidad es madre de la inventiva, desde el seno mismo de ese grupo social, comenzaron a aparecer diferentes iniciativas independientes que buscan generar espacios adecuados para cobijar a las distintas agrupaciones que desarrollan sus propuestas en espacios a menudo inadecuados para contribuir en sus procesos creativos.
Esta continua demanda, desatendida por actuales y anteriores autoridades, terminó generando un buen síntoma en la apertura de estos nuevos espacios y ante la inoperancia de la institución pública y el abandono del estado a este estamento, vemos como algunos individuos ofrecen alternativas en varios ámbitos, como queriendo enseñar al servidor público a hacer su labor y a utilizar adecuadamente nuestros recursos.
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