La muestra consigna obras de Sol Mateo, José Ballivián y Jannis Markopoulos, que participan en la Bienal junto con los curadores Juan Fabri y Gabriele Romeo, además del primer comisario nacional José Bedoya.
Bolivia cuenta por primera vez con un espacio exclusivo en la 57a Bienal Internacional Viva Arte Viva, que se realiza en esa ciudad italiana.
La representación nacional dirigida por José Bedoya, primer comisario y director del Museo Nacional de Arte, informó que el pabellón boliviano está listo para su estreno esta tarde a las 17.00 (hora Italia) (11.30 Bolivia).
La 57a Bienal está dedicada a la existencia del arte y de los artistas, cuenta con la participación de 51 países y 120 artistas invitados.
Chtistine Macel, curadora de todo el evento, la describe como “una puesta inspirada por el humanismo en que, a través del arte, se celebra la habilidad humana de evitar ser dominado por los poderes que gobiernan los asuntos mundiales. De esta manera se entiende el acto artístico como un acto de resistencia contemporáneo, de liberación y de generosidad”.
En esa Línea, Esencia, proyecto de Bedoya, lleva el mensaje de integración en la diferencia y diálogo cultural; semilla de la que surge un árbol con muchas ramas distintas pero que provienen de un mismo tronco.
Es la descripción de la “esencia boliviana”.
A su vez, propone “desde Bolivia cuestionar y dialogar con los centros artísticos acerca de las construcciones y apropiaciones de lo occidental en la cotidianidad”.
Los artistas que representan al país construyen un vínculo entre lo local y lo global.
Ballivián exhibe dos WakaWakas incompletos, pero que representan el folklore del país.
Sol Mateo cuestiona el mundo globalizado capitalista desde una mirada local y juega con símbolos cibernéticos vigentes.
Jannis Markopoulos propone el retorno a la esencia y origen de la vida mediante la representación de una semilla agigantada hecha de papeles craft.
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