Los hijos llevan adelante la exposición para recordar y al mismo tiempo celebrar la vida de su padre Raúl Mariaca (1929-1997). EL DIARIO se entrevistó con uno de ellos, Patricia Mariaca, quien también lleva el talento y la pasión por el arte, heredada por su padre.
ED. ¿QUIÉN IMPULSÓ LA EXPOSICIÓN?
La exposición tiene un carácter intimista y fue promovida por la UPB, por Fernando Illanes, amigo de mi padre, toda la expo gira alrededor del cariño y la presencia de mi papá Raúl Mariaca, quien falleció hace 20 años. Todos pasamos mucho tiempo para extrañarlo, ahora queremos celebrar su vida.
ED. ¿QUÉ INTERESES TENÍA RAÚL MARIACA?
Los que lo conocieron saben que los intereses de mi papá fueron diversos, él era un humanista por eso una de las cosas que le gustaban era enseñar, él tuvo una gama diversa de intereses y por eso en la exposición se podrán observar distintos aspectos, distintos diálogos que se enfocan en cada cuadro. Se mostrarán temáticas diferentes, son alrededor de 20 obras que se expondrán desde el miércoles 19 hasta el 13 de mayo.
UNA VIDA DEDICADA AL ARTE
A mi padre le interesaban mucho los procesos económicos del país, le gustaban las matemáticas y luego estudió arte en la escuela de San Fernando en Madrid; tuvo un maestro muy importante llamado Rimza. En Chile tuvo otro que era de origen norteamericano, quien le dio la base realista, mi padre dibujaba todo el tiempo y esa era su forma de entender la realidad, él pasó su vida dibujando, en cada instante, durante una reunión en una clase, dedicó su vida al arte.
ED. ¿Quién siguió los pasos de tu padre?
Mi familia fue un núcleo muy cerrado, mi papá mantuvo siempre un diálogo claro y eso fue lo que no motivo, fue muy interesante porque cada uno tomó una rama de lo que a él le gustaba. Mi hermana Cecilia es diseñadora. Mi hermano Rodrigo es biólogo y a mi hermano le gusta mucho la fotografía, y en mi caso tomé el camino del arte, no tuve escapatoria (dijo entre sonrisas).
DIÁLOGO PERMANENTE
El acto de pintar es un tiempo íntimo del artista con su obra, pero cuando la obra se termina, esta le pertenece a la gente, a quien la observa y ya es una obra permanente, existe una conversación, “son reflexiones para siempre” la teoría es cierta, ya que el autor permanece en el cuadro interactuando con quienes lo observan, concluyó Patricia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario