jueves, 19 de enero de 2017

Un buen comienzo de año con La Sinfónik


El sábado 14 recientemente pasado, en un concierto de características muy especiales se ha evocado a uno de los grandes compositores de música del repertorio universal y a un connotado teólogo de la religión. La Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de La Paz fue el majestuoso escenario del Concierto de Año Nuevo que ofreció La Sinfónik, cuya directora ejecutiva es Rita Calvo Soux.

El recital contó con el auspicio de la Embajada de la República Federal de Alemania y del Arzobispado de La Paz, contando en esta oportunidad, con la batuta del director invitado Gastón Arce Sejas, quien ha lucido su solvencia en esta otra de sus varias facetas en el campo musical.

Se incluyó, para este programa, algunas obras del célebre compositor Johann Sebastian Bach, autor alemán considerado por muchos como el más grande compositor de todos los tiempos.

Esa atmósfera de recogimiento, la Catedral, una basílica menor situada en la plaza Murillo de la ciudad de La Paz, construida en el año 1692, a base de una arquitectura de estilo neoclásico con elementos barrocos y, reconstruida, por un asentamiento peligroso, en 1835, nos convidó a recordar que Bach nació en el seno de una dinastía de músicos e intérpretes que desempeñó un papel determinante en la música, aquel que nació en Eisenach, actual Alemania, en 1685 y murió en Leipzig, 1750; recordamos, en fin, que la música rodeo a Johann Sebastian Bach, desde el principio de sus días.

En este concierto las cinco naves de la Catedral fueron colmadas por la concurrencia que disfrutó de las obras de Bach elegidas: Concierto para violín y orquesta, en La menor, Concierto para dos violines y orquesta, en Re menor, suite para flauta y orquesta, en Si menor, preludio y fuga en MI bemol mayor Santa Ana para órgano y el concierto brandemburgués No. 4 en Sol mayor, para dos flautas, violín y orquesta.

Actuaron con excelencia los solistas en violín Alexander Lapich, Casandra Urquidi y Gabriel Bilbao, en flautas José Antonio Bravo y Hugo Alvarez. Igualmente se destacó en el órgano, con virtuosismo en la interpretación, Sachico Sakuma, en un instrumento precioso en matices y sonoridad y por eso mismo celosamente cuidado de la catedral .

Los organizadores hicieron propicia la ocasión para conmemorar los 500 años de la Reforma Luterana. Y este acontecimiento induce a un breve apunte sobre Martín Lutero, el mismo que propuso y lideró la reforma de la Iglesia Católica de donde se originan los protestantes.

En octubre de 1517 se convirtió en una figura pública al exponer en la puerta de la iglesia de Todos los Santos de Wittenberg, sus 95 tesis o proposiciones escritas en latín contra la venta de indulgencias para la gran obra de los papas Julio II y León X: la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma. Rápidamente traducidas al alemán, consiguieron una amplia difusión.

Defendía sus opiniones en debates universitarios, por lo que fue investigado por la Iglesia romana, determinando la condena del papa León X , su excomunión.

El emperador Carlos V le pidió que se retractase y se negó asegurando que para hacerlo tendrían que convencerlo con las "Escrituras y la razón”, motivo por el cual el elector Federico el Sabio lo recluyó en su castillo (Wartburg), donde emprendió su traducción del Nuevo Testamento del original griego al alemán.

Pero lo que muchos no conocíamos es que Lutero fuera también compositor de música y de él, en este concierto, se incluyeron Tres Corales Sagrados, versión instrumental de Gastón Arce Sejas, quien reafirmó una vez más, con esta acertada dirección, su reconocida vocación y su buena formación en el territorio musical.

En resumen, un buen concierto de una orquesta que la integran, junto a la experiencia de algunos de sus componentes, miembros jóvenes que, en el conjunto orquestal, mostraron su talento y sus capacidades artísticas.

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