Teatro de Los Andes un arte, un legado

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El Teatro de Los Andes se presentará en La Paz del 26 de enero al 1 de febrero, iniciando así su trabajo en 2017. Espera mostrar su trabajo también en Sucre.

Representar y exhibir la problemática social boliviana es el mayor reto y a la vez el principal legado del Teatro de Los Andes, que con un elenco de cuatro personas y una sede en Yotala se ha posicionado en el país y en el mundo no sólo como un referente del arte de las tablas, sino de formación de las futuras generaciones de actores.

“Nuestro mayor legado es hacer siempre y sólo lo que nos interesa decir a través del teatro y no por una cuestión comercial hacer cualquier cosa”, afirma el coordinador General del Teatro de Los Andes, Giampaolo Nalli, parte del cuarteto que trabaja en Bolivia desde 1991 y que luego de estar un tiempo en Cochabamba decidió instalarse en Yotala, ubicada a 26 kilómetros de Sucre.

“Espero que los otros grupos (entiendan) que no tienen que desesperarse nunca y siempre hacer obras que reflejen la problemática personal y social, porque al final los problemas que tenemos como artistas son los mismos que tiene el público y la gente, y entonces hay que esforzarse y vivir con el público este tipo de problemáticas y dudas”, comparte.

En su sede se han formado cientos de actores como parte de sus talleres de teatro, aunque el grupo no sólo ha compartido sus conocimientos en Bolivia sino también en el exterior. En total, se estima que al menos un millar de actores han perfeccionado su arte bajo sus alas.

Pero para ellos la retribución más importante que logran es la siempre muy alta presencia del público en sus funciones y ver que casi todos sus alumnos practican el teatro.

“Creo que todos saben lo que lo que hemos hecho en estos 25 años sea con la presentación de obras en todo el mundo y muy importante por todo el trabajo de formación actoral en todos estos años o con nuestros talleres”, comenta Nalli al explicar que a sus talleres en Bolivia siempre llegan alumnos de otros países y por ello sienten que su trabajo es internacional, “no porque viajamos, sino porque es visto, es valorado y querido en todo el mundo”.

Sin embargo, la falta de apoyo a la cultura en el país es una dificultad por la que atraviesan todos los artistas, incluso aquellos que como el Teatro de Los Andes se ha consolidado entre el público y que este 2016 cumplió 25 años con la intención no concretada de tener un festejo especial con artistas invitados y amigos. Ahora, les queda mirar a su 30 aniversario con esperanza.

“Más que apoyo financiero que siempre falta, creo que más que todo ha sido un problema de organización y programación, muchas actividades en Bolivia no se logran organizar con cinco o seis meses de adelanto que es lo que se pide para tener la presencia de grupos extranjeros”, lamenta el Coordinador General.

“Lamentablemente en Bolivia se logra hacer todo a último momento, así que esperamos que en algún momento cambie el método”, acota.

El teatro de Los Andes se compone actualmente de Gonzalo Callejas, Lucas Achirico, Alice Padilha Guimaraes, además de Nalli.

PROYECTOS PARA 2017

La cita más cercana del Teatro de Los Andes es en La Paz del 26 de enero al 1 de febrero en una temporada homenaje a sus 25 años de vida en Bolivia. En el evento presentarán tres obras: Mar, Hamlet de Los Andes y En un sol amarillo, memorias de un temblor.

Pero además se contará con invitados especiales como el grupo Malayerba de Ecuador, el Titiritero de Banfield, el argentino Sergio Mercurio, el grupo chileno La Llave Maestra y el grupo nacional El Alto Teatro, dirigido por Freddy Chipana.

Posteriormente, el Teatro de Los Andes partirá a Europa a presentar dos veces la obra Mar en Bélgica y luego en Italia, en la ciudad Modena.

Retornando a Latinoamérica, en mayo confirmaron su presentación en Porto Alegre (Brasil), en Mérida (México) en agosto y en Ecuador para septiembre.

Después deben confirmar su presencia en Chile y Argentina, además de Bolivia, donde esperan concretar citas en Sucre, Santa Cruz y Cochabamba.

En el caso de la Capital, esperan llegar a estudiantes de unidades educativas principalmente que consideran que “es algo que siempre falta” y posteriormente al “público de la noche”.