El Gobierno Autónomo Municipal de El Alto, a través de la Secretaria Municipal de Desarrollo Humano-Dirección de Asuntos Generacionales y la Unidad de la Persona con Discapacidad, realizaron este 8 de noviembre el primer “Festival de la canción en lengua de señas”, en el teatro Raúl Salmón de la Barra, donde asistieron estudiantes de Centros de Educación Especial, padres de familia, funcionarios ediles y docentes, quienes demostraron lo aprendido en tres meses de capacitación en base a la Ley que busca la inclusión de las personas con discapacidad auditiva.
El objetivo principal de esta actividad es, “Buscar la inclusión de personas con esta discapacidad que muchas veces pasan como invisibles, que no se pueden comunicar, en ese contexto, se busca visibilizar a la persona con discapacidad auditiva, enseñando al público el lenguaje de señas, buscar la inclusión, dar cumplimiento a la Ley 223, y se prevé capacitar a más personas de diferentes instituciones”, afirmó Karina Carvajal, Directora de Asuntos Generacionales y Personas con Capacidades Diferentes del Gobierno Municipal de El Alto.
Al compás de la música, movimientos gestuales, y con diferentes géneros musicales como el: “Reggaetón”, “Vals”, “Rock”, “Cumbia” y de la “Moseñada, entre otros, resultó ganador -primer lugar- en el ritmo de “Morenada”, Emma Cruz Mamani en el Primer Festival de la Canción en Lengua de Señas.
Realzando la vestimenta de la mujer de pollera, dijo sentirse satisfecha por aportar con la educación, “estoy muy feliz y seguiré capacitándome en el lenguaje de señas, es muy importante, ya que en los diferentes colegios hay niños sordos y los profe-sores no saben el lenguaje de señas y no pueden comunicarse, continuaré tomando cursos”, refería Emma Cruz Mamani.
En definitiva, la música es una de las mayores manifestaciones artísticas que atrae multitudes, interpretando música por y a través de las personas comprometidas con la inclusión del lenguaje de señas, se pone en práctica otra alternativa de comunicación.
“Yo antes estaba completamente sordo. Y veía a la gente de pie, y dando toda clase de vueltas. Lo llamaban baile. A mí me parecía absurdo... Hasta que un día oí la música. Entonces comprendí lo hermosa que era la danza”, Anthony De Mello.
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