“La gira nos dejó bastantes satisfacciones, pero sobre todo la satisfacción del deber cumplido y de una vez más haber servido a nuestra patria y haber realizado un aporte objetivo a nuestra cultura expresada en danza folklórica escénica… un orgullo ser boliviano. La danza mueve y conmueve, forma y transforma”, aseguró Roberto Sardón, director del elenco nacional, que fue elegido por el CIOFF MUNDIAL para representar al país en ese magno evento dancístico. “Las olimpiadas no tenían un carácter competitivo, sino la consigna de llevar las tradiciones y cultura viva de los pueblos a una muestra donde la cultura se transforme en un instrumento de paz”, destacó el director de ADAF Bolivia.
La delegación nacional estuvo conformada por 20 bailarines y 6 músicos, a cargo de Yuliano Encinas, además de artesanas, todos bajo la dirección general de Roberto Sardón Orihuela, quien actualmente es presidente de CIOFF BOLIVIA.
El evento contó con la participación de 1.500 artistas de 50 países de todo el mundo, entre bailarines, músicos y artesanos, que llevaron los mejor de sus representaciones en vestuario y producción.
“En el pasacalle de inauguración que se llevó a cabo el 31 de julio por toda la ciudad de Zacatecas, Bolivia mostró la majestuosa Diablada con sus personajes propios, como son el Lucifer, el ángel Miguel, las ñaupa cholas, los diablos y el Jukumari, en un recorrido en el cual el público vitoreaba el nombre del país y observaba cómo nuestro cuerpo de baile ejecutaba los pasos de nuestra Diablada 100% Boliviana. La satisfacción y el orgullo de ver la tricolor que era apoyada y aplaudida por miles de personas fue una gran satisfacción para toda nuestra delegación”, resaltó Sardón.
Durante los días de presentación, la academia de danzas compartió escenario con delegaciones de Rusia, Polonia, Corea, Alemania, Taiwan, Filipinas, Nicaragua, Tahití, Eslovenia y en cada una de ellas el público quedó deslumbrado con la majestuosidad de bailes nacionales como los tinkus, caporales, morenada, diablada y lo mejor del oriente boliviano. “Todas estas presentaciones se realizaron en teatros, plazuelas, Plaza de Armas y en los Municipios de Zacatecas.
El 6 de agosto, los maestros de ceremonias, anoticiados de nuestra fiesta patria, hicieron cantar de pie a más de 2 mil personas Las Mañanitas en honor a nuestro aniversario patrio. Las lágrimas corrían por las mejillas de todos los bolivianos/as que veíamos, escuchábamos y sentíamos toda esa vivencia. Concluimos la primera etapa el 7 de agosto con un gran pasacalle para el cual llevamos a los Caporales y seguidamente se dio la ceremonia de clausura, otorgando la organización de la Folkloriada 2020 a Rusia. En la segunda etapa los países fuimos repartidos por todo México. Bolivia fue asignada a Saltillo, Coahuila, juntamente con la delegación de Taiwán. Fue en esa hermosa ciudad, en el gran Teatro “Fernando Soler”, con capacidad para 1.200 personas, donde tuvimos magistrales presentaciones, encantando al público con nuestra danza y música. Durante la actuación de Taiwán, un hecho que marcó los corazones de la delegación boliviana fue la interpretación del tinku Celia, ejecutado por los músicos taiwaneses, quienes quedaron fascinados con nuestra música. El idioma no fue un óbice, el arte nos permitió hablar el mismo idioma, fue simplemente mágico”, resaltó Sardón.
La última etapa se desarrolló en el Distrito Federal, donde ADAF Bolivia tuvo un pasacalle y una actuación en el Zócalo Capitalino y en Xochimilco.
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