EL BALLET CLÁSICO ES LA MÁXIMA EXPRESIÓN DEL CUERPO Y EL ALMA EN MOVIMIENTO DENTRO EN EL ESCENARIO| SU PRÁCTICA REQUIERE DE MUCHA DISCIPLINA, COORDINACIÓN, PASIÓN Y TALENTO.
María Claudia Canedo es maestra de danza. Inició sus estudios de danza clásica a los cuatro años de edad con la Maestra Martha Levi.
“Mi interés por la danza me llevó a continuar mis estudios con la Maestra Martha Torrico hasta que cumplí 14 años de edad. A partir de entonces fui alumna de la maestra Mónica Barrenechea hasta los 17 años. Posteriormente tomé cursos particulares de danza clásica en la Academia Nacional de Cuba, en La Habana, lo que me ha permitido perfeccionar técnicas y movimientos y fortalecer mi formación en las disciplinas de ballet clásico y Jazz”, cuenta.
Su pasión por la danza la motivó a fundar hace ocho años el estudio de ballet y arte "BALLET ART", en el que actualmente trabaja de forma comprometida dedicándole tiempo a la enseñanza y realizando presentaciones una vez al año, donde sus alumnas resplandecen con su talento en el escenario.
“Creo que no hay una edad determinada para empezar el ballet, simplemente es el deseo de iniciar este bello arte espontáneo y natural de cada niña, teniendo la opción de que realicen clases para baby ballet; sin embargo, a partir de los tres años de edad es aconsejable empezar a practicar como iniciación a la danza. En esta etapa las alumnas son motivadas al goce del movimiento, creatividad, musicalidad y coordinaciones básicas. En general la disposición del cuerpo a la danza incluyendo flexibilidad, alineación y fuerza. Todo esto se logra a través de juegos y dinámicas de acuerdo a la edad de la alumna”, dice Canedo.
La danza clásica es la más formal dentro de los estilos de ballet, hay variaciones según el lugar de origen, como el ballet ruso, el francés o el italiano. Entre sus características distintivas está el uso de las puntas, sus gráciles, fluidos y precisos movimientos. Exige muchos años de preparación y técnica.
“Una bailarina debe tener pasión y amor a la danza además de complementar aquello con la capacidad de expresión e interpretación. Algo fundamental en la bailarina es dominar su coordinación, el control de su cuerpo, poseer una gran inclinación musical y orientación espacial, pero sobretodo tener un gran desempeño artístico con la capacidad de soportar presiones frente al público o frente a un tribunal de examen. Asimismo, debe contar con suficiente fuerza de voluntad, afán de superación, eficacia, constancia, facultades de comunicación y expresión corporal, brindarse a un estudio sostenible por medio del cual el alumno pueda desempeñar una técnica depurada en virtud de su desarrollo y edad. Del mismo modo, se hace necesario en ocasiones reorganizar cambios en los modelos metodológicos que centren la enseñanza en una construcción lógica, sensata, secuencializada y oportuna del movimiento, y que la maestra se adapte a ella de forma creativa y gratificante, en la medida de lo que sea posible”, dice.
LA VESTIMENTA
“Es muy importante tomar en cuenta la vestimenta que se utiliza en clase y en escenario, ya que ambas forman parte de la disciplina que requiere dicho arte. La vestimenta indicada para clases es fundamental y debe ajustarse perfectamente a la demanda de los profesores, no deben obstaculizar el movimiento para que puedan ver perfectamente los movimientos de las bailarinas y hacer así las correcciones respectivas”, dice Canedo.
Hablando en breve de lo que es la historia del vestuario en el ballet clásico, las zapatillas de punto o de punta se inventaron en el siglo XIX en Italia, donde Filippo Taglioni bailarín italiano y coreógrafo muy reconocido, elaboró un nuevo vestuario para su hija Marie Taglioni. En julio de 1830, fue la primera bailarina que salió a escena con zapatillas de punta, explica.
Antes las bailarinas danzaban sobre la punta de sus dedos, luego empezaron a ponerse telas en la punta de sus zapatillas y poco a poco fueron evolucionando hasta que llegaron a ser como las que se utilizan hoy en dia. En cuanto al tutú, el primero también fue creado para la bailarina Marie Taglioni. En un tprincipio las faldas eran muy largas, las decoraban con muchos listones y piedras que los hacían muy pesados lo que dificultaba el movimiento de las bailarinas. Los estilos y tamaños de los tutús estaban cambiando a fines del siglo XIX, la bailarina Rusa Ana Pavlova introduce una nueva moda, ahí nace el tutú o falda más corta, la cual permite hacer saltos y no limita los movimientos de las bailarinas.
BENEFICIOS DEL BALLET
El arte de la danza brinda muchos beneficios a quienes lo practican. Tomando en cuenta el ballet clásico como base para practicar cualquier otro tipo de danza, algunos beneficios que aporta son:
• Fomentar la disciplina , responsabilidad y concentración
• Desarrollar la coordinación motriz
• Ayudar a tonificar los músculos de todo el cuerpo
• Otorgar una postura corporal correcta y alineada y corrige el pie plano
• Promover el control y conciencia del cuerpo y mente
• Mejorar la flexibilidad de ligamentos y articulaciones
• Aportar técnica en giros y saltos
• Mejorar el equilibrio
• Es un buen método para mejorar la timidez y establecer nuevas relaciones
La práctica del ballet clásico, como otras actividades del arte, es un logro personal, alcanzado mediante mucha disciplina, esfuerzo y talento.
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