‘Negociando con el tiempo’ es el título de la exposición de Marcelo Suaznábar que se instalará desde mañana, cuando se inaugure la muestra a las 19.30, en las paredes del Centro Simón I. Patiño de Santa Cruz.
En sus lienzos, el artista ha logrado conjugar el barroco católico del período Virreinal Andino y el onírico característico del surrealismo de inicios del siglo XX. Y como su punto de partida es el tiempo, desde el punto de vista real como en lo imaginario, usa relojes que marcan cinco minutos antes de llegar a una hora, a modo de hacer referencia a que algo va a terminar, pero al mismo tiempo algo está por empezar.
“El tiempo nos afecta a todos y cada persona lo tomamos de manera distinta… El tiempo es el medidor que nos persigue silenciosamente y nos hace ver todo lo que sucede del pasado y el presente, nos recuerda qué ha pasado entre el pasado y el presente...”, insiste el artista, quien califica a su obra como surrealista.
Con esta colección, Suaznábar ofrece un mundo de distintas lecturas sobre lo que es la negociación con el tiempo, la que está relacionada con los mecanismos sustanciales de nuestro inconsciente y los temores más íntimos de nuestra consciencia de existir o dejar de hacerlo.
El artista orureño es autodidacta con un curso de pintura en el Centro de Extensión de la Universidad Católica de Santiago Chile en 1992.
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