“Delirio de Lara” es el título del ambicioso montaje teatral, que reúne a 16 actores en escena y apela a recursos audiovisuales y multimedia para ilustrar las cualidades plásticas de la obra del artista orureño. Su protagonista es el destacado actor y dramaturgo David Mondacca, también responsable del libreto. La puesta en escena y dirección ha estado a cargo de Claudia Andrade.
Tras haber sido estrenada en el Festival Internacional de Teatro de La Paz (Fitaz) y presentada en Oruro, la obra recalará esta noche y mañana sábado en el Achá (calle España casi Heroínas). Para la función de hoy, programada para las 19:30, las entradas se venden a 20 y 30 bolivianos. La de mañana, prevista para las 10:30, será gratuita y principalmente destinada a estudiantes de colegio y universitarios.
ORIGEN Mondacca recuerda que el origen de “Delirio de Lara” fue un texto que escribió tras conocer y entablar relación con el pintor. Estaba centrado en la serie de obras que el artista plástico pergeñó para fabular, desde la pintura, el encuentro entre Vincent Van Gogh y Oruro.
Sin embargo, esa primera aproximación dramatúrgica al universo de Lara resultó insuficiente tras su fallecimiento en Cochabamba, en 2011. La admiración de Mondacca y de Andrade -el otro pilar del elenco- por la vida y obra del artista orureño fue cobrando forma. En 2014 comenzó el proceso de investigación de la escritura del texto, para el que Mondacca recurrió a las obras de Lara, a sus cuadernos de creación y a los textos que diversos autores dedicaron a su trabajo pictórico. El actor reconoce que en este proceso fue invaluable la contribución de la familia del pintor orureño, en particular de su viuda, Lidia Caiguara de Lara.
Ya con el texto cerrado, el elenco se dio a la tarea de planificar la puesta en escena, a cargo de Andrade. Esta labor exigió que ella y Mondacca visitaran los lugares en Oruro, La Paz y Cochabamba volcados sobre los lienzos de Lara. La directora recuerda, por ejemplo, que más de una vez se subieron a micros de La Paz para intentar captar los detalles que aparecen en algunas de las pinturas más célebres que el artista dedicó al micro 2 y a sus ocupantes.
Las muy apreciadas cualidades plásticas de la obra de Lara exigieron a Mondacca Teatro extremar ingenio y creatividad, al punto de apelar a recursos multimedia como animaciones y mapping (videos proyectados sobre estructuras reales), que dialogan con los actores, la escenografía y la utilería, apunta Andrade. La premisa fue capturar la sensualidad de las formas y la explosión de colores en sus pinturas.
La ambición de este montaje no es gratuita, coinciden Mondacca y Andrade, sino que pretende convertirse en un homenaje al inmenso legado artístico de Lara y a su no menos inmensa humanidad.
30
Personas entre actores y técnicos han intervenido en la preparación y puesta en escena de “El delirio de Lara”. Su montaje ha sido apoyado por la Embajada de Suiza en Bolivia, el Ministerio de Culturas y Turismo y la Cervecería Boliviana Nacional.
Entre la realidad y la fantasía
Raúl Lara Torres nació en la mina San José de Oruro en 1940 y falleció en Cochabamba en 2011. Estudió arte en Oruro y se radicó en Argentina en 1955, donde siguió su formación en Jujuy, refiere el Diccionadio Cultural Boliviano. Luego ingresó a la Escuela de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova de Buenos Aires. Expuso su obra desde 1955 en galerías de Argentina y Bolivia. Fue parte del grupo ‘Espartaco’ de la capital bonaerense. Allí también trabajó como profesor de artes. Falleció víctima de un cáncer en Cochabamba, un lugar al que llegó a apreciar en sus últimos años de vida. De su obra el comunicador Luis Ramiro Beltrán dijo que “conjuga realidad y fantasía con talento y oficio".
Autor de series tan celebradas como la dedicada al maestro holandés Vincent Van Gogh, Lara es considerado una de las figuras fundamentales de la pintura boliviana del siglo XX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario