María Fernanda Bruno de Argentina y Ana María del Carpio de Tarija, ayer a las ocho de la noche en el Teatro de la Cultura, dieron un concierto de piano a cuatro manos dentro del Festival Internacional “Abril en Tarija”.
Ambas interpretaron una sonata de Mozart, una fantasía de Schubert que tiene una fuga brava al final, danzas húngaras de Brahms, el vals de Brahms opus 39 y la rapsodia dos de Franz Liszt. Del Carpio se siente feliz de estar en Tarija y compartir escenario con su amiga y colega Bruno, con quien organiza festivales.
Del Carpio toca el piano desde los seis años, cuando su madre la puso estudiar y se fascinó con el instrumento. La pianista tarijeña, Marlene Palmero, quien reside en Italia fue su primera maestra en Tarija, luego del Carpio se fue al Conservatorio Nacional de Música de La Paz.
Hizo cursos en el exterior, en Brasil, Estados Unidos, se presentó a concursos internacionales en las ciudades de Ohio, Cleveland y Maryland. Ganó un concurso de piano a nivel nacional, para jóvenes pianistas.
Actualmente organiza festivales y dirige un Piano Art, instituto dedicado al estudio de ese instrumento en Cochabamba. También prepara un festival en Salta junto a la maestra Bruno, espera que luego se realice el mismo festival en Tarija y Bolivia.
Ella decidió crear su propio instituto de piano, por la experiencia y conocimiento que le permitieron incluso crear una propia técnica y métodos. Admira a reconocidos pianistas como ser Glenn Gould, quien falleció, y Martha Argerich considerada un orgullo argentino.
Bruno dijo que conoció a del Carpio en Tarija, años atrás, y tuvieron muchas cosas en común. Destacó que ambas tienen las mismas metas y sentimiento de ofrecer lo que les dieron.
Bruno es pianista y pedagoga, vive en Salta y dirige un ciclo de música de cámara que tiene bastante llegada. “Los argentinos mandamos nuestros alumnos a Europa pudiendo mandarlos a países como Bolivia, donde hay maestras excelentes”.
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