"La Fundación tendrá que ser descentralizada, como lo ha venido siendo. Si bien la tuición pasa a ser parte del ministerio, eso nos obliga a tener (que controlar) desde procesos de auditoría hasta la gestación de acciones e innovaciones que se puedan dar en los repositorios. Pero en términos estructurales, se va a mantener de la misma manera”, dijo Machicao. El proyecto de ley sobre el traspaso fue presentado a la Asamblea Legislativa.
¿En qué va a consistir el traspaso de la FCBCB al ministerio?
Se va a explicar a lo largo de estos días. Efectivamente, hacer esta transición y este traspaso conlleva una modificación de leyes, entonces, demorará un par de meses. ¿Qué es lo primero y fundamental (del traspaso? La tuición de la FCBCB pasa a ser de verificación y obligación de esta cartera de Estado. ¿Qué conlleva esto? Que por primera vez en la historia de la FCBCB se puedan alinear objetivos de políticas públicas con el aprovechamiento y la puesta en escena de nuestros repositorios.
Lo hemos venido diciendo hace mucho tiempo, que nosotros somos creyentes de una lógica distinta de los museos y repositorios. Los museos y repositorios no pueden continuar siendo cuatro paredes que refugian y custodian el patrimonio cultural de un Estado. Sino por el contrario, tienen que ser motivadores, detonantes y actores para la llegada de esta cultura, de esta historia, de estas muestras a las diferentes regiones. Queremos que la Fundación cambie un poco su visión de resguardo a una visión proactiva hacia el sector cultural. Y en ese marco complementar las acciones que desde el Gobierno central se están realizando.
¿Qué cambios habrá?
No estamos modificando la estructura de la Fundación, se mantienen los directores, los consejeros y cada uno de los repositorios de manera independiente y con presupuesto independiente.
Se va a mantener a toda la gente; no creemos que un cambio de estas proporciones merezca o amerite un cambio de personeros que han trabajado por muchos años en la historia, en los inventarios y el registro de las piezas. Sin embargo, lo que cambia es la finalidad, el objetivo final de cada uno de los repositorios. Queremos que los repositorios estén ahí para el artista y gestor cultural como un instrumento y un espacio de gestión cultural.
Lo que buscamos es darle la misma sostenibilidad a la Fundación, pero una mayor supervisión y alineación a lo que son las políticas centrales desde el nivel central.
¿Se seguirá recibiendo financiamiento del Banco Central?
El tema financiero se mantiene desde el Banco Central. Es decir, se conforma un directorio, que no tenía la Fundación y que estará constituido por el Ministerio de Culturas y el Banco Central de Bolivia para ir evaluando la posibilidad de incorporación de repositorios, de aumento de capital y apoyo financiero en el caso que se amerite.
El apoyo financiero del Banco Central de Bolivia está garantizado. Se mantiene el presupuesto mínimo de la versión 2015. No habrá un presupuesto mínimo a esa gestión, lo cual le da garantía de sostenibilidad de esos repositorios y a la Fundación.
La Fundación tendrá un cambio de nombre y se llamará Fundación Cultural Boliviana, a partir de la aprobación de la ley.
¿Se van a mantener los consejeros de la FCBCB?
De inicio sí, esta estructura amerita un trabajo organizado que no es de corto plazo. Nos vamos a reunir con los consejeros para evaluar lo positivo y lo negativo, las fortalezas y debilidades. No hay ningún cambio en los siete consejeros, no hay ningún cambio en los directores de repositorios. Lo que sí hay es un cambio en la incorporación de un director ejecutivo que será el veedor de toda la operación y todo lo que es la Fundación, y la creación de este directorio que tendrá a estas dos instituciones como protagonistas.
¿Por qué se ha decidido hacer este traspaso? ¿Es a causa de las recientes denuncias contra la Fundación del BCB?
No, en lo absoluto. Este no es un cambio que venga en los últimos tres meses, no es coyuntural y no es por las denuncias. Es más bien un cambio que ameritaba el Estado. ¿Los bancos centrales administrando la cultura? Es un precepto totalmente equívoco y que tuvo su moda en los años 80 y 90 en Sudamérica.
Pero eso no ha llevado a un buen término en ningún país. En realidad, casi todos esos países dejaron esa funcionalidad; los bancos centrales dejaron de administrar repositorios y estos pasaron a las instituciones dedicadas al ámbito cultural, en este caso al Ministerio de Culturas. Pasa por una estrategia más estructural, no podemos ver a los repositorios como islas; los repositorios tienen que ser herramientas, insumos y motivadores de esta detonante de la revolución cultural que vivimos en Bolivia.
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