jueves, 25 de febrero de 2016

Mondacca indaga amores que atan

¿Existe el mal amor? Si el amor te libera, te hace crecer y te da alas, ¿qué pasa con ese que te sujeta, te limita y te aprisiona?”. La interrogante movió al teatrista a escribir la obra que se verá del 26 al 28 de este mes, en el Espacio Nuna (c. 21 de Calacoto).

“Alma Watan (alma atada en aymara) es una historia de amor que se vuelve en su contrario. Este romance que nace y luego se trunca”, explica Mondacca sobre el unipersonal de 50 minutos que presentará viernes, sábado y domingo a las 20.00 en el escenario de la calle 21 de Calacoto, tras la parada del Pumakatari.

El nombre de la obra, que se presentó en el Festival Internacional de Teatro Zicosur en Chile, a inicios de este año, se basa en un mito. “Cuando se mata a la pareja, el alma de ésta se enlaza a la del asesino y es la que se encarga de atraerlo. En muchos casos los asesinos han caído por volver al sitio del hecho. El personaje de Sherlock Holmes decía que el asesino va a volver siempre a la escena del crimen”, agrega Mondacca.

Si bien otras de las entregas de Monarca Producciones y Mondacca Teatro han tomado como eje el tema del amor, en esta oportunidad se trata de una mirada más introspectiva, a través del suspenso psicológico. “En Amores que matan hemos propuesto más una mirada panorámica sobre el amor y el cuento; en esta obra, en cambio, hemos querido explorar algo más profundo”, describe la directora Claudia Andrade.

La psicología del personaje y la oscuridad de la psique a la que se llega cuando alguien que profesa amor termina destruyendo la vida del ser amado es la que ha interesado a Mondacca, que escribió el texto en algo más de un año. “Cada cuatro días hay un feminicidio. La obra tiene una carga emocional, es de lo más intenso que me ha tocado hacer”, agrega el actor que encarna a Marcial, el hombre que termina amando a muerte a Francisca, que se hace presente en escena gracias a proyecciones y animaciones.

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