Conocido como uno de los principales impulsores de la difusión del arte de la danza folklórica del país, el maestro Mario Leyes falleció en Cochabamba. El paceño se retiró de los escenarios en 2013; no sin antes, de formar a muchas generaciones de bailarines que hoy se desenvuelven en sus propios elencos.
Mario Leyes Méndez fue maestro de importantes exponentes de la danza boliviana. Por muchas décadas trabajó para proyectar a la danza, particularmente clásica y folklórica, a escenarios fuera del país, señala el boletín de la Secretaría Municipal de Culturas del Gamlp.
Para quienes no lo conocían, Mario Leyes Méndez fue maestro de básicamente todos los bailarines y bailarinas que ahora son renombrados especialistas en el campo de la danza: Melo Tomsich, Walter Albarracín, Patricia Sejas, Mónica Barrenechea, Susana Badani, Gonzalo Canedo y Miriram Siqueiros. Junto a todas estas personas, además de Ramiro de la Zerda, Leopoldo Calla y Hugo Ara, formó en 1974 el Ballet Folklórico de Cochabamba.
Mario Leyes nació en La Paz, estudió en el colegio La Salle y su apego a la danza comenzó en 1958. Melba Zárate lo condujo hacia el ballet clásico y llegó a ser parte del Ballet Oficial. Más adelante creó el elenco del Ballet Clásico Anna Pavlova y el primer conjunto de baile folklórico en la capital valluna.
Durante tres décadas dirigió al Ballet Folkórico de Cochabamba. Con este elenco recorrió los principales escenarios de París, Madrid, Barcelona, Burgos, Ciudad Real, Mallorca, Canarias, Portugalete, en Europa; en Estados Unidos en Miami, Maryland y Carolina de Sur. Su particular forma de mostrar un vestuario lo hizo merecedor de importantes premios fuera de Bolivia.
Cincuenta años de carrera artística de Leyes han significado importantes logros que obtuvo junto a sus bailarines. Un ejemplo de ello es la Medalla de Oro en el Festival Internacional de Dijon en Francia, haciendo de Bolivia el primer país latinoamericano en recibir ese galardón.
El maestro combinó su pasión por la enseñanza con la edición y publicación de libros sobre el tema. Vivió empecinado en toparse con gente “que no sabe lo que significa la palabra folklore y está haciendo folklore durante toda su vida”, ese fue siempre su reclamo. Nunca se cansó de expresar su posición sobre la falta de apoyo estatal para representar la cultura boliviana fuera de nuestras fronteras, específicamente en los festivales internacionales.
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