La tercera versión de la Muestra Anual de Fotoperiodismo reúne 50 fotografías tomadas por reporteros gráficos de Cochabamba a lo largo de 2015, en las que se revela la sensibilidad y la humanidad de los autores para el registro visual de los hechos periodísticos.
La exposición se inauguró anoche en el salón Gíldaro Antezana (acera norte de la Plaza Principal esquina España), donde permanecerá abierta -de 10:00 a 21:00- hasta el 7 de febrero.
De los nueve fotoperiodistas con trabajos en la muestra, tres son de OPINIÓN: Dico Solís, Martín Numbela y Noé Portugal. Los otros seis son Daniel James (Los Tiempos), José Rocha (Los Tiempos), David Flores (Gente), Jorge Ábrego (corresponsal de EFE y APG), Patricia Pinto (Viva Deportes) y Ana Flores (Urbana).
HUMANIDAD Las 50 fotos seleccionadas para la exposición ofrecen un registro visual de algunos de los hechos públicos locales y nacionales más relevantes de 2015 que merecieron cobertura periodística en los diferentes medios para los que trabajan o colaboran los reporteros gráficos.
Sin embargo, el objetivo de la actividad no ha sido montar una suerte de anuario fotoperiodístico de 2015, sino descubrir el costado más humano de hechos coyunturales en fotografías que, por limitaciones de espacio o de alcance en los medios, pudieron pasar desapercibidas o ni siquiera se publicaron, señala David Flores.
Así se entiende que la tercera Muestra de Fotoperiodismo incluya imágenes que ya se publicaron en medios impresos, pero también otras inéditas.
La humanidad aludida se refleja en fotografías de la muestra como las de Dico Solís y Noé Portugal, que inciden en el drama de niños indigentes; o en las de Martín Numbela y David Flores, que revelan los rostros de personas golpeadas por la violencia.
Para Flores, la humanidad que descubren las fotos se desprende de la sensibilidad con que sus autores se aproximan a los hechos periodísticos para trascender la frialdad del registro visual rutinario.
A la sensibilidad se suman otras cualidades complementarias. Una es la necesidad de que el reportero gráfico se mantenga bien informado sobre los hechos que cubre. Otra es que tenga olfato e intuición para esperar por aquellos sucesos que, en su evolución, pueden ofrecer imágenes fuera de lo común. Otra más es su capacidad para mantenerse respetuoso y hasta invisible frente a las personas y situaciones que registra para evitar alterarlas y capturarlas en su mayor naturalidad. “Debemos ser como fantasmas, pasar desapercibidos al momento de tomar las fotos”, ilustra Flores.
Esta discreción debe permitir al fotoperiodista “ver más allá de los demás”, señala, a su turno, Jorge Ábrego, para quien este trabajo no puede solo guiarse por el interés del que toma las fotos, sino también por lo que puede interesar al resto.
No menos importante es el criterio del fotógrafo para colocarse en el lugar adecuado desde donde capturar imágenes, afirma Noé Portugal. Un lugar que, añade el fotoperiodista de OPINIÓN, bien puede estar en la retaguardia antes que en el frente de batalla, como le ocurrió con una foto incluida en la muestra que tomó durante el conflicto de la UMSS.
Apuntes
Fotos premiadas
En la Muestra Anual de Fotoperiodismo están dos fotografías que fueron reconocidas con el Premio Nacional de Periodismo 2015 y el Premio al Buen Periodismo 2015. Ambas son de Jorge Ábrego, fotoperiodista con 26 años de experiencia. La que ganó el Premio Nacional de Periodismo es una secuencia que registra un apuñalamiento en medio de los conflictos de la UMSS.
Mujeres
Aunque el fotoperiodismo es una profesión comúnmente copada por hombres, en la exposición participan dos mujeres: Patricia Pinto y Ana Flores. Para Pinto, que se especializa en temas deportivos, su presencia en la muestra es una señal favorable de apertura del gremio hacia el trabajo de las mujeres, pero también revela el progresivo interés de éstas por la fotografía periodística.
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