La propuesta, la segunda creada por el elenco, se estrenó en la temporada Escénica 2015, en el marco del Concurso Municipal de Teatro Raúl Salmón de la Barra.
Flores arrancadas a la niebla es una obra del dramaturgo argentino Arístides Vargas, exiliado de su país natal al Ecuador durante la dictadura en Argentina; es considerado uno de los mejores escritores de teatro latinoamericano de nuestros tiempos. En dicha obra, se cuenta la historia de Marta Libera Baptista (Raquel) y Emma Rada Villarroel (Aída), dos mujeres que escapan del terror de la guerra, de la brutalidad del hombre y de la injusticia que se dio en su país –cualquiera que sea-, como en muchos otros.
Ellas, nos hablan sobre el exilio desde lo ordinario, recurriendo a elementos cotidianos como un pedazo de queso, unas maletas, fotos familiares, un tren, un oficial de migración y flores. Ambas mujeres, se encuentran en una estación de ferrocarril, un espacio sin especificación de lugar; un tiempo sin tiempo. Un no-lugar en un tiempo donde el reloj corre de forma perpendicular a la realidad cotidiana. Un lugar no-lugar en otro tiempo como es el camino-tiempo hacia/del exilio. Ambas esperan un tren que ¿ya pasó? ¿No pasará? Durante ese tiempo se abrirá el espacio del recuerdo personal y el espacio también del “destierro”.
El exilio es sin duda, uno de los fenómenos sociales más crueles de todos los tiempos y todos los lugares en la historia de la humanidad. Por tanto, la importancia que tiene la obra del “dramaturgo del exilio” Arístides Vargas es absoluta, y tiene vigencia en tiempos en los que aún hay miles de personas que sufren la realidad del exilio.
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