La muñeca de porcelana del caso La Salle, el espejo asesino de Totora, la calavera del solsticio, los huesos de la llorona de la carretera de la muerte y Wodshad, el muñeco del psiquiátrico San Juan de Dios, son los objetos traídos a La Paz desde Cochabamba.
Boris Chuquimia, parte del equipo responsable de la muestra, explicó a Cambio que la iniciativa nació de un grupo de investigadores que se dedica a temas ufológicos, paranormales y demoniacos, quienes acudieron a varios lugares del país con el fin de reunir historias nuevas y propias de Bolivia.
De esa manera, el grupo encontró varios elementos con posesión y que se mueven. “Esta muestra cuenta con varios de esos elementos que la gente los pudo ver, además de recibir una explicación por parte de los expertos bolivianos”, dijo.
Chuquimia relató que entre las muchas historias encontradas está la de la muñeca de porcelana del caso La Salle.
“Este objeto le pertenecía a una secta satánica denominada ‘No INRI’, que operaba con grupos delictivos en Cochabamba y La Paz. En realidad, la muñeca era utilizada como un ‘medium’ para hacer una serie de ofrendas y ritos satánicos para que les vaya bien en el mundo del hampa”, reveló.
Asimismo, señaló que por lo que se ha llegado a saber, hace años se hizo el sacrificio de una niña y el cabello de la menor fue colocado en la cabeza de la muñeca.
“Este objeto estaba en la ex-PTJ (Policía Técnica Judicial) y se manifestaba mucho, hubo problemas, cosas extrañas y por eso actualmente la custodia un padre de la Iglesia Católica”, dijo.
Chuquimia agregó que la muestra es también para concientizar a la gente que con estas cosas paranormales no se juega, como con la ouija, que se la vende libremente.
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